“Les Dangereux” es una película canadiense que se entrega como una tensa y claustrofóbica comedia negra, aunque con elementos de thriller que, en última instancia, no logran alcanzar la grandilocuencia que prometen. La historia, centrada en el secuestro del cantante Roxanne Labelle, nos introduce a un universo particular: el de Paul Labelle, un padre desestabilizado que busca desesperadamente la liberación de su hija, recurriendo a las conexiones poco ortodoxas de su contador, Jean-Pierre Dupont, un individuo que se mueve en los márgenes de la sociedad. La película se apoya en la relación de antagonismo entre Paul y Dupont, un contraste que genera una dinámica interesante, aunque a veces demasiado forzada.
La dirección de Simon D'après se distingue por un estilo visual directo y pragmático, que prioriza la atmósfera de opresión y peligro. A pesar de la estética moderna y el uso de la luz, la película se desarrolla principalmente en espacios cerrados y oscuros, lo que contribuye a la sensación de encierro y desesperación. La fotografía, aunque competente, no se distingue por originalidad, pero cumple su función de subrayar el tono oscuro de la trama. Sin embargo, la película carece de una dirección estilística particularmente memorable; se mantiene a un nivel funcional, sin grandes despliegues visuales que la conviertan en algo más que un thriller criminal convencional.
El núcleo de la película reside en las actuaciones de Marc Messier y Stéphane Rousseau. Messier, como Paul Labelle, ofrece una interpretación convincente de un hombre roto por la preocupación y el remordimiento. Su caracterización es sutil pero efectiva, transmitiendo la angustia y la desesperación de un padre que ve su mundo desmoronándose. Rousseau, por su parte, ofrece un retrato cautivador del contador, Dupont, un personaje ambiguo y carismático con una profunda moralidad cuestionable. La química entre ambos actores es el elemento más sólido de la película. El resto del reparto, si bien cumplen con sus roles, no dejan una impresión tan duradera. No obstante, el peso de Messier y Rousseau es suficiente para sostener el interés del espectador.
El guion, firmado por D'après y Messier, se presenta como algo desigual. Si bien el planteamiento inicial es interesante y la premisa del secuestro genera intriga, la trama se complica en exceso y recae en clichés del género criminal. El ritmo es desigual, alternando momentos de tensión palpable con pasajes más lentos y expositivos. La resolución del conflicto, aunque satisfactoria, se siente algo apresurada y podría haberse desarrollado con mayor profundidad. Además, la película se dedica a explorar un territorio moralmente gris, pero sin ofrecer reflexiones profundas sobre las consecuencias de las decisiones tomadas por sus personajes.
En definitiva, "Les Dangereux" es un thriller criminal entretenido pero superficial. Ofrece algunas buenas actuaciones y una atmósfera de tensión constante, pero su guion desigual y su falta de originalidad impiden que alcance su máximo potencial. Es una película que complacerá a aquellos que disfrutan del género, pero que no impresionará a los más exigentes.
Nota: 6/10