Liberad a Willy 2 (1995)

“Liberad a Willy 2” es un esfuerzo ambicioso que se sitúa en la difícil tarea de continuar una historia que, a pesar de su resonancia inicial, presenta desafíos inherentes. La primera entrega, “Liberad a Willy”, fue un éxito de conciencia y un referente cinematográfico en la defensa de los animales, y esta secuela, aunque con buenas intenciones, no logra igualar el impacto emocional o la narrativa fresca. La dirección de Richard Gray, conocida por su trabajo en documentales, se centra en un ritmo deliberadamente pausado, que permite la construcción de las relaciones entre los personajes, pero a veces se siente demasiado lenta y, en ciertos momentos, pierde el interés del espectador.

La película se centra en Jesse, interpretado con honestidad por Joel Edgerton, un hombre marcado por su pasado y que busca la redención a través de la protección de los animales. Edgerton ofrece una actuación convincente, transmitiendo la complejidad de su personaje y su lucha interna entre el deseo de evitar volver a caer en las mismas trampas que antes. Sin embargo, la trama se desvía un poco de lo que parecía prometedor en la primera película, introduciendo elementos narrativos adicionales que, aunque no son intrínsecamente malos, diluyen el enfoque principal de la lucha por la libertad y la conexión animal.

La inclusión de Elvis, el hermanastro de Jesse, juega un papel importante en la película. La interpretación de Kevin Janssens es sólida, pero su arco narrativo no está tan bien desarrollado como el de Jesse. Su relación con su hermano, y la decisión de acompañarlo en su viaje, se siente un poco forzada en algunos momentos, como si fuera una necesidad narrativa más que un desarrollo orgánico de la historia. El personaje del Indio Randolph, interpretado por Robert Pattinson, aporta una perspectiva diferente y una cierta sabiduría ancestral que complementa bien el viaje de Jesse. Pattinson, como siempre, ofrece una actuación sutil y evocadora, destacando en los momentos de introspección y conexión espiritual.

Uno de los puntos fuertes de la película reside en sus paisajes impresionantes. La costa del Pacífico, con sus aguas turquesas, su sol brillante y sus bosques densos, se convierte en un personaje más de la historia. La fotografía es cuidada y resalta la belleza del entorno, creando una atmósfera mágica que refuerza el mensaje de la película. Sin embargo, a veces, esta belleza natural puede sentirse un tanto artificiosa, como si el director quisiera compensar las lagunas en la trama. El guion, escrito por Gray y Steve Henley, es decente, pero carece de la profundidad y la complejidad de la primera entrega. Se basa en temas familiares, como la redención, la familia y la conexión con la naturaleza, pero sin aportar ideas originales o reflexiones profundas.

En definitiva, “Liberad a Willy 2” es una película conmovedora, pero imperfecta. Logra mantener el interés del espectador durante gran parte de su duración, gracias a la calidad de las actuaciones, los paisajes y la banda sonora evocadora. Sin embargo, la trama es un poco lenta y carente de originalidad, lo que impide que la película alcance el mismo nivel de impacto que su predecesora. Se podría haber beneficiado de un guion más audaz y una narrativa más enfocada en la lucha por la libertad animal.

Nota: 6.5/10