Line Walker (2016)

“Line Walker” es una producción de Hong Kong que, a pesar de sus elementos de acción y sus evidentes influencias de “The Shield” y “Casino Jack”, logra ofrecer un entretenimiento sólido, aunque con ciertas limitaciones. La película, en su esencia, presenta una premisa intrigante: un equipo de policías infiltrados, cuyos identidades han sido borradas de los sistemas, debe encontrar a su propio miembro, sospechoso de haber abandonado su puesto para un grupo mafioso. Esta situación genera conflictos internos, desconfianza y una atmósfera de paranoia que, a veces, se consigue transmitir de manera efectiva.

La dirección de Sam Lee es funcional y se centra en mantener el ritmo de la acción. Las escenas de persecución y tiroteos son dinámicas y coreografiadas con un buen nivel de detalle, mostrando a los actores con agilidad y habilidad. Sin embargo, la dirección no se aventura a explorar las profundidades emocionales de los personajes, confiando en la acción para mantener el interés del espectador. Esto, en mi opinión, es una pena porque, aunque las actuaciones son decentes, el potencial para desarrollar personajes más complejos y con motivaciones claras se ve bastante limitado.

Las actuaciones son bastante competentes. Ng Ka-fai, como el detective Lee, entrega un papel serio y convincente, demostrando una cierta reserva que contrasta con el caos de la situación. Cherie Chung, interpretando a la detective Chang, aporta un aire de profesionalismo y determinación. Sin embargo, la mayor parte del elenco se queda en arquetipos: el líder duro, la ingeniera informática, el oficial mayor experimentado. La química entre algunos personajes se siente forzada en ciertos momentos, lo que afecta la credibilidad de algunas interacciones.

El guion, si bien tiene un punto de partida interesante, carece de originalidad y profundidad. Los diálogos suelen ser directos y funcionales, sin aportar nada de valor a la narrativa. Se recurre mucho a clichés del género de acción y a giros argumentales predecibles. La complejidad de la trama se reduce a menudo a elementos de doble agente y conspiraciones palizas, lo que resta credibilidad a los eventos. Además, la resolución del conflicto final, aunque explosiva, es algo artificiosa y desvinculada de los entrelazados conflictos que se habían construido a lo largo de la película. La idea de la manipulación del sistema informático para borrar identidades es prometedora, pero se explota de forma superficial, sin profundizar en las implicaciones éticas o los riesgos asociados.

En definitiva, “Line Walker” es una película de acción entretenida que ofrece un espectáculo visual satisfactorio, pero que no logra destacar por su innovación o su profundidad temática. Es una película para disfrutar de una tarde de acción, pero no para analizarla en profundidad. Es una opción decente para aquellos que buscan un entretenimiento ligero, aunque quizás no memorable.

Nota: 6/10