Lío en Broadway (2015)

“Lío en Broadway” es una comedia romántica que, si bien ofrece momentos divertidos y una premisa interesante, termina siendo una experiencia cinematográfica un tanto agridulce. La película, dirigida por Mark Povenmire (conocido por su trabajo en "Hora"), se basa en la idea de un triángulo amoroso inesperado en el glamoroso mundo del teatro de Broadway, y logra generar cierta tensión dramática, pero también se ve sobrecargada por una tonalidad sentimental y un ritmo desigual.

La dirección de Povenmire es bastante competente, logrando recrear la atmósfera vibrante y a la vez tensa del circuito teatral neoyorquino. Se observa una cuidadosa atención al detalle en la ambientación, desde las luces de neón de los bares nocturnos hasta los lujosos vestuarios de las obras de Broadway. Sin embargo, a veces, la dirección se pierde en un intento exagerado de exagerar la comedia, resultando en situaciones forzadas y diálogos poco naturales. La banda sonora, compuesta por Matthew Fuchs, es acertada y contribuye a la atmósfera general de la película, aunque en ciertos momentos suena un poco repetitiva.

Las actuaciones son el punto fuerte de la película. Owen Wilson, como Arnold, ofrece su habitual encanto y ternura, transmitiendo la vulnerabilidad y la confusión de un hombre atrapado en un dilema emocional. Imogen Poots, en el papel de Izzy, demuestra una gran versatilidad actoral, mostrando tanto la sensualidad de una joven adulta con un pasado turbulento, como la inocencia y el anhelo de una artista buscando su lugar en el mundo. La química entre Wilson y Poots es palpable, generando momentos genuinamente románticos y también tensiones cómicas muy efectivas. La interpretación de Jennifer Jason Leigh como la esposa de Arnold, una actriz reconocida pero con un temperamento difícil, es sutilmente dramática, aportando complejidad al conflicto familiar.

El guion, aunque presenta una idea inicial atractiva, se diluye en un desarrollo demasiado predecible. La trama se centra excesivamente en el triángulo amoroso, relegando a un segundo plano la construcción de personajes y el desarrollo de las motivaciones de cada uno. Los diálogos, a veces, son forzados y melodramáticos, perdiendo la gracia que se podría haber logrado con un enfoque más sutil. Se siente la necesidad de meter más drama en cada escena, lo que resulta en situaciones artificiales y poco convincentes. La resolución del conflicto, aunque satisfactoria para algunos, carece de la profundidad que el guion podría haber ofrecido. Si bien se explora la temática del sacrificio personal en el nombre del arte, no se profundiza lo suficiente en las consecuencias emocionales del triángulo amoroso.

En resumen, “Lío en Broadway” es una comedia romántica entretenida que, a pesar de sus fallos, ofrece momentos divertidos y actuaciones sólidas. No es una obra maestra, pero puede resultar una opción agradable para una noche de cine, siempre y cuando no se esperen grandes profundidades emocionales.

Nota: 6/10