Lion (2016)

“Lion” es una película que, más allá de su premisa emocionalmente resonante, se erige como un testimonio del poder de la memoria y la tenacidad del espíritu humano. La historia de Saroo, un niño de cinco años que pierde el tren y su vida en la India, se presenta con una sensibilidad que evoca tanto la inocencia de la infancia como la brutalidad de la adversidad. La dirección de Gavin Hood es magistral: opta por un estilo cinematográfico discreto, priorizando la naturalidad de los ambientes y la autenticidad de las emociones. No busca el melodrama gratuito, sino que construye el drama a través de la sutil observación del personaje principal y su entorno, logrando una conexión profunda con el espectador. La filmación, en gran medida, juega con la luz y la sombra, reflejando el viaje tanto físico como emocional de Saroo.

Las actuaciones son, sin duda, uno de los pilares fundamentales de la película. Dev Patel, en su interpretación de Saroo, ofrece una actuación conmovedora y creíble. Su mirada transmite una mezcla de vulnerabilidad, confusión y, progresivamente, una creciente determinación. No se reduce a una caricatura de la víctima; al contrario, muestra una capacidad de adaptación y un coraje silencioso que hacen que su búsqueda sea profundamente humana. Rooney Mara, como Adele, la mujer australiana que lo adopta, complementa a Patel con una sutil elegancia y una amabilidad genuina. Sin embargo, es la interpretación de Patel como adulto la que realmente destaca, revelando la complejidad emocional de un hombre que ha vivido décadas lejos de sus raíces y que, a pesar de todo, no ha perdido el recuerdo de su familia.

El guion, adaptado de la historia real de Saroo Madhavan, es un trabajo admirable. Evita caer en clichés sentimentales, presentando un relato crudo y realista de la vida en la India y de las dificultades que enfrentó Saroo. La trama, aunque centrada en la búsqueda, también explora temas como la adopción, la identidad y el poder de la memoria. Lo que realmente eleva la película es la forma en que se integra la tecnología moderna, Google Earth, como una herramienta fundamental para la búsqueda. No se presenta como una solución mágica, sino como una ayuda que permite a Saroo, un hombre que no sabe leer ni escribir, conectar con su pasado. Este elemento, aunque potencialmente superficial, se integra perfectamente en la narrativa, subrayando la resiliencia y la capacidad de adaptación del protagonista.

La película, a pesar de su tono melancólico en algunos momentos, no pierde la esperanza. La banda sonora, cuidadosamente seleccionada, y el ritmo narrativo, que alterna entre la India y Australia, crean una experiencia cinematográfica envolvente y emotiva. “Lion” es un drama familiar que, más allá de la búsqueda de un niño perdido, es una reflexión sobre la importancia de las conexiones humanas, la fuerza de la memoria y el poder de la determinación.

Nota: 8.5/10