Listy do M. 3 (2017)

“Listy do M.”, dirigida con delicadeza por Tomasz Karolak y Agnieszka Dygant, no es solo una película navideña más; es una meditación sobre la importancia del recuerdo, la conexión humana y la capacidad del perdón. La película, que ha generado un notable interés en Polonia y más allá, se presenta como un pequeño universo de magia y asombro, donde la Navidad se erige como un catalizador para la redención y el consuelo. Sin embargo, más allá de la atmósfera festiva, se trata de una obra que nos obliga a reflexionar sobre los lazos familiares y el valor del pasado.

La dirección de Karolak y Dygant es notablemente sutil. No recurren a grandilocuencias ni a efectos especiales ostentosos. En su lugar, se centran en la creación de atmósferes envolventes y en el desarrollo psicológico de sus personajes. Hay una tranquilidad melancólica en la fotografía, que contrasta con la vitalidad de los recuerdos que afloran. La película se construye lentamente, permitiendo que la emotividad se acumule gradualmente. El uso del sonido, en particular la música y los efectos de la nieve, es particularmente efectivo, contribuyendo a la atmósfera onírica y a veces conmovedora de la historia.

Las actuaciones son excepcionales. Piotr Adamczyk, en el papel de Tomasz, transmite una mezcla de amargura, nostalgia y un deseo inconfesado de redención. Magdalena Różczka, como Zofia, aporta una profunda vulnerabilidad y una fuerza interior que resiste a lo largo del tiempo. Sus interpretaciones, muy naturales y honestas, son el corazón de la película y la que le da mayor resonancia. La química entre ambos actores es palpable, y la relación que se desarrolla entre ellos es el eje central de la narrativa. No se trata de un romance convencional; se trata de una búsqueda de conexión y de la posibilidad de reconectar con el pasado.

El guion, a cargo de Karolak y Dygant, es lo que realmente eleva la película. Evita los clichés navideños y se centra en temas universales como el dolor, la pérdida, el arrepentimiento y la esperanza. La estructura narrativa, fragmentada en recuerdos y escenas del presente, crea un efecto de inquietud y de sorpresa, manteniendo al espectador enganchado. La película no ofrece respuestas fáciles; simplemente presenta situaciones y personajes con sus complejidades, invitando al público a extraer sus propias conclusiones. Es una narrativa que se queda contigo mucho después de que los créditos finales hayan terminado de rodar. La película se beneficia enormemente de la habilidad de los guionistas para crear personajes con los que es fácil conectar, incluso si sus vidas y sus experiencias son diferentes a las nuestras.

En definitiva, “Listy do M.” es una película delicada, conmovedora y memorable. Es una obra que celebra la belleza de la memoria y la importancia de los lazos familiares. No es una película que se ve, sino una película que se siente, y que te invita a reconsiderar lo que realmente importa en la vida. Es una película que, a pesar de su tono melancólico, transmite un mensaje de esperanza y de redención.

Nota: 8/10