“Llega de noche” es una película que se ancla con fuerza en el género de terror psicológico y la supervivencia, pero que, aunque interesante en su premisa, se queda justilla en su desarrollo. La película, dirigida con una mirada contenida por David Lowery, explora la fragilidad de la paz doméstica frente a la amenaza, no solo externa sino también interna, y ofrece un ambiente inquietante que se construye lentamente, como un susurro constante en la oscuridad.
La base de la película reside en la construcción del personaje principal, Walter, interpretado por Joel Edgerton. Edgerton ofrece una actuación magistral, logrando transmitir la angustia, el miedo y la creciente desesperación de un hombre que se ve obligado a confrontar su propio instinto protector. Walter es un hombre que ha construido un muro alrededor de su familia, un refugio contra un mundo que considera peligroso, y la llegada de los nuevos inquilinos, encabezados por la enigmática Laura (Samantha Morton), pone a prueba esos límites de una manera brutal. Morton es igualmente sólida, interpretando a Laura con una mezcla de vulnerabilidad y peligrosidad que dificulta saber en qué creer. Las interacciones entre Walter y Laura son el corazón de la película, un juego de miradas, silencios y gestos que crean una tensión palpable y, a veces, francamente perturbadora. El conflicto no se basa en la violencia explícita, sino en la comunicación no verbal, en las dudas que surgen en la mente de Walter, cuestionando su juicio y amenazando su estabilidad emocional.
La dirección de Lowery es cautelosa, deliberadamente lenta, lo que permite al espectador sumergirse en la atmósfera opresiva. La fotografía, con una paleta de colores apagados y un uso magistral de la luz y la sombra, contribuye significativamente a este efecto. El entorno, una casa rural aislada en el desierto, se convierte en un personaje más, un lugar amenazante y claustrofóbico que amplifica la sensación de vulnerabilidad. Sin embargo, y aquí reside mi principal crítica, el guion, aunque bien planteado inicialmente, pierde fuerza en el desarrollo. Las motivaciones de Laura y su familia no se exploran adecuadamente, lo que lleva a ciertas decisiones de los personajes que resultan poco convincentes. Aunque la película explora temas complejos como el trauma, la responsabilidad familiar y la moralidad en situaciones extremas, no profundiza lo suficiente en estos elementos, quedando a menudo en la superficie. Se podría haber jugado más con el suspense narrativo, ofreciendo pistas más claras o desarrollando la historia de fondo de Laura y su familia, lo que habría enriquecido la experiencia.
A pesar de esta debilidad en el desarrollo, “Llega de noche” es una película interesante que ofrece un buen ejercicio de terror psicológico. La actuación de Edgerton y Morton es destacable, y la atmósfera opresiva que crea la película son puntos fuertes. No obstante, el guion necesita más cuidado para ofrecer una experiencia más satisfactoria y un final que realmente impacte al espectador. La película es un buen punto de partida para aquellos interesados en el terror más introspectivo, pero no es una obra maestra del género.
Nota: 6.5/10