Lo dejo cuando quiera (2019)

“Lo dejo cuando quiera” (2023) es una comedia negra española que, a primera vista, podría parecer un simple ejercicio de amnesia con tintes de sátira social. Sin embargo, tras una vuelta de tuerca y un desarrollo inesperado, revela una historia de amistad, desilusión y la búsqueda de sentido en una sociedad cada vez más desmoralizadora. La película, dirigida por Nil Molinar, se atreve a explorar la crisis económica y sus consecuencias en la vida de un grupo de profesores, transformando un proyecto científico fallido en la base de un negocio que les arrastra a la corrupción y al hedonismo.

La película se centra en la dinámica entre Pedro, Arturo y Eligio, tres amigos que, a pesar de sus logros académicos, se encuentran en una situación precaria. La dirección de Molinar consigue construir una atmósfera de tensión y desesperación, palpable en las interpretaciones de los actores principales. Daniel Brülau, en el papel de Pedro, transmite con maestría el vacío existencial y la frustración que sienten al ver sus vidas desmoronarse. Los personajes secundarios, como Anabel y Jota, están bien delineados y aportan un colorido interesante a la trama, aunque, en algunos momentos, se sienten un poco estereotipados. Las actuaciones son sólidas y contribuyen a que la historia cobre vida, generando empatía con los personajes y sus decisiones.

El guion, en general, es sólido, con momentos de humor negro muy efectivos. La premisa, la "memoria selectiva" inducida por el vitamínico, es ingeniosa y se mantiene coherente a lo largo de la película. La película no rehúye de abordar temas como la corrupción, la falta de oportunidades laborales y la superficialidad de las relaciones sociales. Sin embargo, el ritmo puede ser irregular en algunos momentos, y la trama se complica un tanto en la segunda mitad, perdiendo un poco de claridad. Aunque la película hace referencia a la crisis económica, no la analiza profundamente, optando por la comedia como herramienta principal. La idea de que la "amnesia" se convierte en una excusa para abandonar responsabilidades y compromisos es, sin duda, una crítica social velada pero impactante.

A pesar de algunos momentos de debilidad narrativa, “Lo dejo cuando quiera” destaca por su banda sonora, que acompaña de forma excelente la ambigüedad moral de la historia. La dirección de fotografía, aunque no particularmente llamativa, cumple su función al transmitir el ambiente decadente y la sensación de irrealidad que impregna la película. El final, deliberadamente ambiguo, deja al espectador reflexionando sobre las elecciones que hemos hecho y la dificultad de escapar de nuestros propios errores. En definitiva, es una comedia negra con un punto de vista original, que valora la amistad y la necesidad de encontrar un sentido a la vida, incluso en las circunstancias más adversas.

Nota: 7/10