Loca academia de policía 6: Ciudad sitiada (1989)

“Loca academia de policía 6: Ciudad sitiada” no es una joya cinematográfica, ni siquiera un escape divertido, sino más bien una reafirmación de que algunas franquicias simplemente se agotan. La película se presenta como una secuela forzada, diseñada más para aprovechar el nombre familiar que para avanzar en la narrativa o introducir elementos novedosos. Sin embargo, no se puede negar que el núcleo de la película, un grupo de policías con personalidades marcadas, aún conserva cierta chispa de lo que hizo atractiva a la original. La dirección de Brett Ratner, generalmente competente, se limita a seguir la fórmula del género de acción, ofreciendo persecuciones frenéticas y explosiones exageradas, pero sin buscar innovar o sorprender realmente.

El reparto, encabezado por Leslie Jones, mantiene una cierta fidelidad a sus personajes del pasado. Jones, en particular, aporta un toque de humor torpe y descarado que es uno de los puntos fuertes de la película. Los otros miembros del equipo, comúnmente interpretados por veteranos del género como Mike Myers y Danny DeVito, ofrecen momentos cómicos, aunque a menudo repetitivos. La química entre los actores es evidente, lo que ayuda a mantener el interés a pesar de la trama, que es, por decir lo menos, predecible. Sin embargo, la película no les da el espacio necesario para desarrollar sus personajes más allá de sus roles caricaturescos.

El guion es el verdadero problema de la película. La trama, centrada en la lucha contra una banda de criminales, se siente como un ejercicio de reciclaje de ideas ya vistas en anteriores entregas. Los diálogos son a menudo torpes y forzados, y la resolución del conflicto se siente apresurada y poco convincente. Las motivaciones de los villanos son vagas y la historia carece de profundidad. La premisa de que la banda está dirigida por "Mr. Big", un personaje de la saga, se presenta con falta de recursos y sin realmente justificar su presencia. La película recurre con demasiada frecuencia a gags visuales y situaciones absurdas que, en lugar de generar risa genuina, generan frustración. El clímax, en particular, se siente deslucido y poco satisfactorio.

A pesar de sus fallos evidentes, “Loca academia de policía 6: Ciudad sitiada” no es una película completamente mala. Ofrece algunos momentos de entretenimiento superficial y cuenta con una presencia carismática en el reparto. Sin embargo, la película se desangra bajo el peso de la sobreexposición de la franquicia y la falta de creatividad en la narrativa. Es una entrega olvidable que, lamentablemente, confirma que algunas secuelas son mejor dejarlas en el pasado.

Nota: 5/10