Lohusa (2024)

“Lohusa” no es una película que busca grandes espectáculos o giros argumentales. En lugar de eso, se entrega como una intimista y profunda exploración del cambio radical que supone la llegada de un hijo a la vida de una pareja joven. La dirección de Onur Gürgen es deliberadamente suave y contemplativa, priorizando la observación de las pequeñas y cotidianas interacciones que definen la vida en el hogar. Gürgen consigue transmitir la atmósfera de una transformación gradual, donde la rutina y la familiaridad se ven alteradas por la necesidad constante de adaptación y la irrupción de nuevas prioridades.

Las actuaciones de Gupse Özay y Onur Gürçay son el corazón de la película. Sus interpretaciones son desnudas y honestas, capturando la fragilidad emocional, el cansancio físico y la creciente incomodidad de una pareja que se ve catapultada a un territorio desconocido. Gürçay, en particular, ofrece una actuación especialmente conmovedora, transmitiendo con sutileza la frustración y el sentimiento de pérdida de control que pueden acompañar a la paternidad. La química entre ambos actores es palpable, lo que permite al espectador conectar profundamente con sus personajes y comprender sus luchas.

El guion, escrito por la misma pareja, es donde reside la mayor fortaleza de "Lohusa". Evitando clichés y sentimentalismo excesivo, se centra en los detalles más prosaicos de la vida diaria: las noches sin dormir, las preocupaciones por la alimentación, las pequeñas discusiones y los momentos de complicidad inesperados. Es un retrato realista y sin adornos de la maternidad y la paternidad, que no idealiza la experiencia sino que la muestra con sus luces y sus sombras. La película no pretende ofrecer soluciones ni juzgar el comportamiento de los personajes, sino simplemente ofrecer una ventana a sus vidas y a sus desafíos. Este enfoque permite al espectador identificarse fácilmente con la película, ya que la situación descrita es profundamente humana y universal.

Si bien la película no es particularmente estimulante visualmente, su fuerza reside en su autenticidad y su capacidad para generar empatía. La banda sonora, sutil y atmosférica, complementa a la perfección la atmósfera íntima de la película. El ritmo pausado puede resultar lento para algunos espectadores acostumbrados a películas más dinámicas, pero es precisamente este ritmo lo que permite al espectador sumergirse en la experiencia de la pareja y apreciar la belleza de los pequeños momentos que conforman la vida familiar. "Lohusa" es una película que te quedará en la memoria por su honestidad y su sensibilidad.

Nota: 7/10