Longlegs (2024)

“Longlegs” es una película que, paradójicamente, se siente a la vez intrigante y un tanto desapasionada. Dirigida por Bret Cipes, se sumerge en el género del thriller psicológico, explorando el impacto del trauma y la fragilidad de la memoria, aunque el resultado final no alcanza la intensidad que prometía su premisa inicial. La película, que ha despertado cierto interés por su temática y el misterio que rodea el caso, se centra en Lee Harker, interpretada con una notable sutileza por Cailee Spaeny, una joven actriz que demuestra un gran potencial.

Spaeny personifica a Lee con una mezcla de vulnerabilidad y determinación. Su personaje, una agente del FBI con un pasado turbulento, se siente genuinamente perdida en el caso, atormentada por recuerdos fragmentados que dificultan su trabajo. La interpretación de Spaeny está a cargo de transmitir esas contradicciones internas, creando una presencia que te atrapa, aunque no siempre de la manera más espectacular. El resto del reparto es competente, pero carece del peso dramático necesario para elevar la narrativa.

La dirección de Bret Cipes es pulida y atmosférica, particularmente efectiva en la creación de la sensación de inquietud. La película utiliza un ritmo deliberadamente lento, permitiendo que la tensión se acumule gradualmente a través de la iluminación sombría, la música inquietante y las imágenes sugerentes. Sin embargo, esta lentitud a veces se traduce en una falta de dinamismo y en una sensación de que la película se estanca en puntos clave. El uso de flashbacks, crucial para revelar la conexión entre Lee y el asesino, se siente ocasionalmente forzado y poco conectado con el presente. El guion, escrito por Cipes y Steven Swartz, presenta una idea central interesante, que es la relación entre los recuerdos distorsionados y la realidad, pero la ejecución de esa idea es, en ocasiones, algo torpe. Los giros argumentales son predecibles y, aunque hay algunos momentos de suspense, la película no logra generar un verdadero impacto emocional.

La banda sonora, compuesta por Jonny Greenwood, es probablemente el elemento más memorable de la película. Sus composiciones oscuras y resonantes complementan perfectamente la atmósfera sombría y las emociones turbulentas que la película intenta evocar. Las escenas de violencia, cuando finalmente se presentan, son impactantes y perturbadoras, pero también se sienten un tanto superficiales en comparación con el resto de la película. El diseño de producción, que evoca un ambiente rural decadente, contribuye a crear la sensación de aislamiento y desesperación que impregna la narrativa. En definitiva, "Longlegs" es una película que intenta ser algo más que un simple thriller, pero finalmente se queda corta en su ambición.

Nota: 6/10