Los 7 magníficos del espacio (1980)

“Los 7 Magníficos del Espacio” es un espectáculo visual deslumbrante, una clara declaración de intenciones que busca, con cierto éxito, reimaginar la épica de Kurosawa a través de una lente de ciencia ficción galáctica. La premisa, la adaptación de los samuráis a una situación de guerra interestelar, resulta, en principio, prometedora y, en términos de diseño de producción, la película cumple con creces las expectativas. La ambientación, en su conjunto, es impecable; los planetas alienígenas, las naves espaciales, los efectos especiales, todo evoca una estética pulida y memorable, una clara influencia de “La guerra de las galaxias” que se agradece en un género tan propenso a la confección barata.

Sin embargo, el corazón de la película, y aquí reside su principal debilidad, reside en el guion. Aunque la referencia a Kurosawa es innegable, la película no logra trascender el simple pastiche. La trama, aunque funcional para avanzar la acción, es tremendamente predecible y carente de la profundidad dramática que caracterizó al original. Los personajes, por su parte, son arquetipos: el líder gruñón, el joven idealista, el veterano cínico, el forzudo silencioso. Sus motivaciones son superficiales y sus relaciones, aunque se intentan explorar, no alcanzan a generar una conexión real con el espectador. Se siente, en ocasiones, que se está presenciando una “simulación” de conflicto, en lugar de un conflicto verdaderamente interno o emocional.

La dirección de Mark Johnson es competente, especialmente en la coreografía de las batallas espaciales, que son espectaculares y dinámicas. La película sabe cómo mantener el ritmo trepidante, gracias en gran parte a la cantidad de acción que ofrece. Pero, la ejecución, a pesar de la calidad técnica, no logra compensar la falta de sustancia. La banda sonora, aunque épica, se siente demasiado ostentosa y, en ocasiones, intrusiva. Es evidente que se ha buscado emular la grandilocuencia de la música de John Williams, pero el resultado es un poco forzado.

En cuanto a las actuaciones, las son correctas pero, como se ha dicho anteriormente, las interpretaciones son generalmente superficiales. El actor que interpreta al líder, Ray Centurion, ofrece una actuación sólida, transmitiendo el peso del pasado y la desilusión. Pero el resto del elenco no logran elevar la calidad de las escenas. Se percibe una falta de convicción en sus personajes, y esto se traduce en actuaciones menos memorables. No obstante, la química entre algunos de los miembros del equipo, especialmente en los momentos de camaradería, aporta un pequeño relieve a la trama.

En definitiva, “Los 7 Magníficos del Espacio” es un entretenimiento visualmente estimulante, una apuesta por la nostalgia y el homenaje al cine de aventuras clásico. Sin embargo, su guion simplista y las actuaciones carentes de profundidad impiden que la película alcance su máximo potencial. Es un espectáculo para los ojos, pero no para la mente.

Nota: 6.5/10