Los alegres bribones (1982)

“Los Alegres Bribones” de Fernando Trueba es una obra maestra del cine español, una comedia social y sentimental que no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión sobre la condición humana y el paso del tiempo. La película, estrenada en 1966, no solo marcó un hito en la historia del cine español, sino que sigue siendo relevante décadas después, gracias a su frescura, su humor inteligente y su tratamiento de temas universales.

La dirección de Trueba es magistral. Logra un equilibrio perfecto entre la comedia slapstick y la profundidad emocional. No se limita a mostrar situaciones absurdas y graciosas, sino que utiliza el caos y la confusión de la vida de los personajes como un vehículo para explorar sus sueños, sus frustraciones y sus relaciones. La película es un festival de situaciones cómicas, desde las estrepitosas desavenencias entre los amigos hasta las torpitudes de sus intentos fallidos por encontrar trabajo. Pero detrás de esta aparente frivolidad, se esconde una crítica social mordaz sobre la España de posguerra, marcada por la precariedad económica y la falta de oportunidades.

Las actuaciones son excepcionales. Antoñita Colomé, como la anciana Remedios, es simplemente brillante. Su interpretación es sutil, llena de matices y, a la vez, profundamente conmovedora. Su presencia aporta un elemento de dignidad y sabiduría a la historia. Pero el resto del reparto también cumple con creces. Julio Robles, Pepe Sancho y Luis Alegre, como los tres amigos, ofrecen una interpretación coral que es a la vez divertida y realista. Cada uno de ellos aporta su propia personalidad al grupo, creando una dinámica que es la base del éxito de la película.

El guion, coescrito por Trueba y Luis García Berlanga, es un ejemplo de ingenio y frescura. Evita las trampas del melodrama y la simplificación. La historia no busca soluciones fáciles ni finales felices. En cambio, se centra en la vida cotidiana de los personajes y en sus intentos de encontrar un lugar en el mundo. El diálogo es ágil y lleno de humor, y las situaciones son creíbles y sorprendentes. La película también destaca por su gran respeto hacia sus personajes, que son presentados como seres humanos imperfectos, pero con un gran corazón. La manera en que Trueba observa y subraya los contrastes entre la juventud y la vejez es particularmente notable, y la película nunca se adormece en sentimentalismo.

“Los Alegres Bribones” es mucho más que una simple comedia. Es una película que invita a la reflexión sobre la importancia de la amistad, la familia y la búsqueda de la felicidad. Es una película que te hará reír a carcajadas y, al mismo tiempo, te hará sentir identificado con sus personajes y sus preocupaciones. Es, sin duda, una joya del cine español que merece ser vista y reivindicada.

Nota: 9/10