Los caraduras 3 (1983)

“Los Caraduras 3” no llega a ser una joya cinematográfica, pero sí que se las arregla para entretener y, de alguna manera, recordar a los aficionados a este subgénero del western paródico. La película, a pesar de su premisa de alta velocidad y la promesa de un premio tentador, carece de la chispa que definió las entregas iniciales, pero compensa la falta de originalidad con un humor más crudo y a veces un poco agresivo.

La dirección de Ben Kennedy, aunque competente, no se atreve a riesgos notables. Se centra en mantener el ritmo frenético de la persecución, con secuencias de acción decentes que, aunque no innovadoras, son visualmente agradables. El uso de la cámara en movimiento y la planificación de algunas escenas de persecución son efectivos, sin embargo, la película se deja llevar por la superficie y no profundiza en la construcción de personajes o en la creación de momentos realmente memorables. La banda sonora, por otro lado, es un elemento positivo, empleando temas de country y rock and roll que se integran bien en el ambiente de la película.

Las actuaciones son un punto fuerte. David Spade como Buford T. Justice es, como siempre, un bufón carismático, capaz de evocar la sonrisa del espectador con sus ocurrencias y su actitud despreocupada. Tommy Davidson como Snowman demuestra su talento para la comedia física y el improvisación, aportando el contrapunto necesario a la seriedad –relativa– de Spade. Sin embargo, las interpretaciones de los secundarios, principalmente los antagonistas, son algo planas y carentes de profundidad, reduciéndolas a simples caricaturas. No obstante, la química entre los protagonistas es palpable y contribuye a crear una atmósfera divertida y relajada.

El guion, sin duda, es la debilidad principal de la película. Si bien la idea de la entrega a toda velocidad es atractiva, el desarrollo de la trama es bastante predecible y carente de ingenio. Los diálogos, aunque en ocasiones divertidos, tienden a la exposición y a la repetición de clichés. La película se basa demasiado en la parodia de otros westerns y comedias de acción, sin aportar nada realmente nuevo al género. El humor, a veces, se basa en el lenguaje ofensivo que, aunque pueda resultar gracioso para algunos, puede resultar desagradable para otros. La resolución del conflicto final, aunque satisfactoria, es algo forzada y carente de sorpresa. La película no logra construir un mundo interno consistente o explorar las motivaciones de los personajes con la profundidad que podría haber tenido.

En definitiva, “Los Caraduras 3” es una película entretenida pero olvidable. Ofrece algunas dosis de acción y comedia, y cuenta con un reparto talentoso, pero falla al intentar elevar la trama y aportar frescura al género. Es un entretenimiento ligero, perfecto para una noche de cine sin pretensiones, pero no una obra maestra cinematográfica.

Nota: 6/10