Los cinco diablos (2022)

“Los Cinco Diablos” no es una película que te impacte desde el primer segundo. Es, sin embargo, un ejercicio de paciencia y de construcción atmosférica que, a pesar de su ritmo pausado, acaba ofreciendo una pequeña obra maestra de la tensión psicológica y el drama familiar. La película, dirigida por Brian Dippe, se centra en la vida de Vicky (interpretada con una sutileza impresionante por la joven Maddie Hassell), una adolescente que se ve alterada por el regreso de su tía Julia (la veterana Olympia Dukort) tras salir de prisión. El anuncio de su reaparición no es un evento estruendoso; más bien, se filtra como un susurro amenazante en el tranquilo hogar de Vicky, desestabilizando la frágil relación entre ella y sus padres, Joanne (una brillante Elizabeth Reaser) y Jimmie (un John Goodman especialmente correcto en su rol de hombre trabajador que lucha por mantener la estabilidad familiar).

Lo que destaca inmediatamente de la película es su atmósfera. Dippe logra crear un ambiente de inquietud constante, no a través de sustos fáciles, sino mediante la cuidadosa selección de la música, la iluminación sombría y una fotografía que captura la monotonía y la desolación del pequeño pueblo rural donde se desarrolla la historia. Se intuye que el pasado, y las oscuras decisiones que lo habitaron, persiguen a cada personaje, creando una sensación de opresión palpable. No se trata de una película de terror en el sentido tradicional, sino de un drama lento y metódico, donde el verdadero horror reside en las motivaciones ocultas y los secretos familiares.

Las actuaciones son excepcionalmente sólidas. Maddie Hassell ofrece una interpretación natural y conmovedora como Vicky, mostrando la confusión y el miedo de una joven que intenta comprender la complejidad de sus padres y el pasado de su tía. Elizabeth Reaser ofrece una actuación sutil pero poderosa, transmitiendo la desesperación y el desgaste emocional de una mujer que ha sacrificado su propia felicidad por la estabilidad familiar. John Goodman, como siempre, es un actor formidable, aportando matices y profundidad a su personaje de padre trabajador y preocupado. Sin embargo, la verdadera estrella del film es Olympia Dukort, que está en perfecta forma, encarnando a Julia con una mezcla de arrepentimiento, resentimiento y una inquietante persistencia. Su Julia no es simplemente un personaje antagónico; es una figura trágica, un reflejo de las consecuencias de un pasado que no se puede olvidar.

El guion, adaptado de la novela de Richard Price, está bien construido, aunque a veces se siente un poco lento. La historia avanza gradualmente, revelando información poco a poco, lo que crea una tensión constante. El mayor logro del guion reside en su exploración de temas complejos como la familia disfuncional, el perdón, la responsabilidad y el impacto duradero del pasado. No obstante, hay momentos donde el ritmo podría haber sido más ágil, y algunas subtramas se sienten un poco desaprovechadas. A pesar de esto, la película logra mantener el interés del espectador gracias a su atmósfera opresiva y sus personajes bien desarrollados.

En definitiva, "Los Cinco Diablos" es una película que exige atención y paciencia, pero que recompensa al espectador con una experiencia cinematográfica rica y compleja. Es una historia oscura y conmovedora que te hará reflexionar sobre las complejidades de la familia y las cicatrices que deja el pasado. Una película que se queda con uno mucho después de que los créditos finales hayan terminado de rodar.

Nota: 7/10