Los cinco y el valle de los dinosaurios (2018)

“Los Cinco y el Valle de los Dinosaurios” es una aventura familiar que, a pesar de sus pretensiones, logra ofrecer un entretenimiento ligero y un guiño nostálgico al cine de aventuras de los años 80. La película, dirigida por David Dobkin, no busca revolucionar el género ni ofrecer una narrativa compleja; más bien, se enfoca en crear un espectáculo visualmente atractivo para un público infantil, y en ese aspecto, cumple su cometido con notable éxito.

La trama, que involucra a un grupo de niños enfrentándose a dinosaurios en un pasado remoto, es un cliché del género, pero la película lo aborda con una frescura sorprendente. El núcleo de la historia, centrado en la búsqueda de un esqueleto de dinosaurio robado y el misterio del "Valle de los Dinosaurios," funciona bien y mantiene el interés del espectador. Sin embargo, la historia no se presta a profundidades emocionales y se queda en un nivel superficial. El guion, aunque no carente de momentos de humor y acción, presenta algunos agujeros argumentales y diálogos que, en ocasiones, suenan forzados. Se aprecia la influencia de clásicos como “Jurassic Park,” pero sin alcanzar la sofisticación o el suspense de aquellos títulos.

La dirección de Dobkin se centra en la creación de ambientes visualmente impactantes. Los escenarios de la prehistoria, recreados con CGI, son espectaculares y, en general, muy bien ejecutados. La película invierte en la apariencia visual de los dinosaurios, algunos de los cuales son particularmente convincentes, y en la puesta en escena de las persecuciones y los momentos de acción. No obstante, la sobreexposición a los efectos especiales a veces resta importancia a otros aspectos de la película, como el desarrollo de los personajes.

El reparto infantil, liderado por los actores que interpretan a Los Cinco, ofrece un desempeño competente. Cada uno de ellos aporta su personalidad característica a la dinámica del grupo, creando una conexión palpable con la audiencia. Especialmente destacable es la actuación de Milo Simmons como Marty Bach, el niño que desencadena la aventura. Aunque las actuaciones no son particularmente memorables, cumplen su función de hacer que la historia sea accesible y atractiva para el público objetivo.

En definitiva, “Los Cinco y el Valle de los Dinosaurios” es una película de entretenimiento familiar que, aunque carece de originalidad y profundidad, ofrece un espectáculo visualmente atractivo y un guiño nostálgico al cine de aventura. Es una opción adecuada para una tarde en el cine familiar, especialmente si se busca una película ligera y divertida para los niños. No es una obra maestra, pero ofrece lo que promete: una aventura prehistórica llena de acción y efectos especiales.

Nota: 6/10