Los elegidos (2013)

“Los Elegidos” (The Ward, 2010) es una película que, a primera vista, podría ser fácilmente descartada como un ejercicio más de terror adolescente con elementos sobrenaturales. Sin embargo, bajo la superficie, se revela una obra sorprendentemente atmosférica y efectiva, que se aferra a la paranoia y al miedo visceral a lo largo de su metraje. La película, dirigida por James Watkins, no se centra en sustos baratos y gore, sino en construir una sensación constante de incomodidad y una profunda desconfianza hacia cualquier personaje, incluso aquellos que se presentan como familiares.

La dirección de Watkins es magistral en su minimalismo. Se evita el uso excesivo de efectos especiales y se confía en la creación de una atmósfera tensa, casi claustrofóbica, gracias a la fotografía de Jasper Wolf y el diseño de producción. La película transcurre mayormente en la casa familiar, un edificio aislado en medio del bosque, lo que intensifica la sensación de estar atrapado y sin salida. El uso de la iluminación es especialmente notable: las sombras alargadas, la luz tenue y los contrastes crean un ambiente opresivo que se impregna en cada escena.

El guion, adaptado de una historia corta de Joseph Thomas, es de notable factura. No es complejo, ni especialmente innovador en cuanto a la premisa, pero se construye con una meticulosidad que permite al espectador sumergirse completamente en la narrativa. Se centra en la desconfianza entre los personajes, la exploración de secretos familiares enterrados y, sobre todo, la sensación de que algo maligno acecha en la oscuridad. El ritmo es deliberadamente pausado, permitiendo que el horror se desarrolle gradualmente, más como una invasión psicológica que como una persecución física. La película se alimenta de la duda y del “qué pasaría si”, generando un efecto inquietante que perdura mucho después de que los créditos finales se despliegan.

Las actuaciones son impecables. Keri Russell y Josh Hamilton ofrecen interpretaciones convincentes como Lacey y Daniel, dos padres que se enfrentan a un misterio que amenaza con destruir su vida. Su nerviosismo es palpable y su desconfianza mutua es el motor principal de la trama. El resto del reparto, que incluye a Evan Rachel Wood y Christian Dannehl, también se destaca, aportando profundidad y credibilidad a los personajes secundarios. Especialmente la actuación de Christian Dannehl, como el joven Charlie, es perturbadora y llena de matices.

“Los Elegidos” no es una película que te dejará con el corazón latiendo a mil por hora, pero sí una que te acompañará con una sensación de inquietud y una profunda reflexión sobre la naturaleza del mal y la fragilidad de las relaciones familiares. Es una película que te obliga a cuestionar lo que crees saber y te recuerda que, a veces, los monstruos no son aquellos que se esconden en la oscuridad, sino aquellos que nos rodean y que hasta ahora pensábamos que amábamos.

Nota: 7/10