Los Fabelman (2022)

“Los Fabelman” es una película que te absorbe desde sus primeros momentos, no tanto por su trama convencional, sino por la palpable honestidad con la que Steven Spielberg, en su versión semiautobiográfica, nos entrega recuerdos de su infancia. La película no se trata de la búsqueda de un gran misterio, sino de la búsqueda de uno mismo, de entender las complejidades de la familia, y de descubrir el poder transformador del cine. La historia de Sammy Fabelman, un niño obsesionado con capturar imágenes y desentrañar los secretos familiares, es un viaje emocional tan íntimo que, en ocasiones, sientes que estás participando en un diálogo personal con el propio Spielberg.

La dirección de Spielberg, como era de esperar, es impecable. No se trata de un virtuosismo técnico ostentoso, sino de una sensibilidad meticulosa en cada encuadre, en cada movimiento de cámara, en cada detalle visual. La película está sumergida en una paleta de colores rica y evocadora, que recuerda a las películas de los años 50 y 60, creando una atmósfera nostálgica y a la vez cautivadora. Particularmente me ha llamado la atención la forma en que Spielberg utiliza el sonido – el boom de la cámara, el crujir del carrete de película, las voces resonando en la oscuridad del cine – para sumirnos en la experiencia de Sammy. La película no rehúye de la fragilidad y la vulnerabilidad de la infancia, mostrando la dificultad de comprender las emociones y las motivaciones de los adultos, y las consecuencias devastadoras de la mentira y el silencio.

El elenco es, en su mayoría, excelente. Thomas McCarthy como Burt Fabelman, el padre de Sammy y un talentoso cineasta en ciernes, ofrece una actuación sutil pero poderosa. Su relación con Sammy es el corazón de la película, un vínculo de admiración, frustración y amor incondicional. El resto del reparto, incluyendo Michelle Williams como la madre de Sammy, es igualmente sólido, ofreciendo interpretaciones naturales y creíbles. Sin embargo, la verdadera estrella de la película es Paul Dano como Sammy. Dano captura a la perfección la curiosidad insaciable, la sensibilidad artística y la necesidad de comprender el mundo de un niño que ve el cine como una herramienta para desvelar la verdad.

El guion, adaptado de las memorias de Spielberg, es inteligente y delicado. Evita la sentimentalidad excesiva y se centra en los momentos clave de la vida de Sammy, como su primer encuentro con el cine, sus primeros intentos de filmar, y la confrontación con los secretos familiares. La película logra transmitir la fascinación del cine por la vida real, pero también la importancia de la historia personal. Se exploran temas como la creatividad, el arte, la familia, la verdad y el poder de la memoria, pero sin caer en didactismo. Se muestra la lucha de Sammy con su padre, un cineasta perfeccionista que constantemente critica su trabajo, y la búsqueda del propio estilo artístico. Es una película sobre la dificultad de relacionarse con los adultos, sobre la necesidad de encontrar la propia voz y sobre la importancia de la honestidad, incluso cuando es dolorosa.

En definitiva, “Los Fabelman” es una película profundamente personal y emocionalmente resonante. No es una obra maestra técnica, pero sí una experiencia cinematográfica conmovedora y reveladora. Es un homenaje al cine y a la familia, y un testamento del poder del arte para comprender la verdad. Es una película que te hará reflexionar sobre tu propia historia y sobre el impacto que las películas han tenido en tu vida.

Nota: 8.5/10