Los fabulosos Baker Boys (1989)

“Los fabulosos Baker Boys” de Barry Levinson es un retrato visceral y profundamente humano del crimen organizado en la Nueva York de los años 70, y una de esas películas que, a pesar de ser un clásico del cine independiente, sigue sorprendiendo por su autenticidad y su capacidad para evocar un tiempo y un lugar con una crudeza admirable. La película no es una glorificación del crimen; es una exploración honesta de las consecuencias de las decisiones y la desesperación que conducen a una vida de violencia y pérdidas. Levinson, conocido por su habilidad para la comedia, aquí demuestra una maestría innegable en la dirección, logrando un equilibrio perfecto entre la tensión dramática, el humor negro y la melancolía. La película se centra en Jack (John Travolta) y Frank Baker, hermanos que, tras una noche de actuación fallida, se ven obligados a tomar rutas peligrosas para sobrevivir. La trama no se centra en la acción explosiva; es la lenta construcción de su caída, una espiral de errores y decisiones impulsadas por la necesidad, la ambición desmedida y la lealtad fraternal.

El guion, adaptado de la novela de William Hillman, es extraordinariamente sutil. Levinson y el guionista Joseph Kaufman construyen personajes complejos y creíbles, lejos de los estereotipos del género. Jack y Frank no son héroes ni villanos, sino hombres atrapados en circunstancias que los condenan a un camino que no eligieron. El diálogo es realista y, en muchos momentos, inquietantemente directo. Se observa una aguda comprensión de la dinámica familiar y de las relaciones humanas complejas, que se traducen en situaciones que te hacen reflexionar sobre la naturaleza del poder, la moralidad y el precio de las acciones. La película explora con inteligencia el tema de la lealtad, no solo entre los hermanos, sino también con otros personajes del entorno criminal, donde las promesas y los pactos tienen un valor tangible y a menudo trágico.

Las actuaciones son, sin duda, uno de los pilares fundamentales del éxito de la película. John Travolta, en un papel que le valió una nominación al Oscar, ofrece una interpretación magistral como Jack Baker, transmitiendo con intensidad la vulnerabilidad, la desesperación y la ambición que definen a su personaje. Travolta logra una transformación física y emocional que es sorprendente. Val Kilmer, como Frank Baker, proporciona una contraparte igualmente convincente. Su interpretación, caracterizada por una mezcla de temperamento y aparente debilidad, es un verdadero deleite. La química entre Travolta y Kilmer es palpable y crucial para el desarrollo de la historia. Otros actores secundarios, como Robert De Niro, James Gandolfini, o Theresa Randle, completan un reparto de gran talento que contribuye a la riqueza y la credibilidad de la película.

La película no se rehúsa a mostrar la brutalidad del mundo del crimen, pero lo hace con un enfoque que prioriza la humanidad de los personajes. La ambientación de la Nueva York de los 70 es impecable; la fotografía, con una paleta de colores apagados y un uso efectivo de la luz y la sombra, contribuye a crear una atmósfera de decadencia y desesperación. La banda sonora, que incluye canciones como “Miss Lydia” de David Mirvish, se integra a la perfección en la narrativa, realzando las emociones y creando momentos inolvidables. “Los fabulosos Baker Boys” es más que una película de crimen; es un drama familiar, un retrato de la época y una reflexión sobre la condición humana. Es una obra cinematográfica que perdura en la memoria por su autenticidad, su complejidad y su capacidad para conmover.

Nota: 8.5/10