Los infieles (2012)

“Los Infieles” (Affairs of the Heart, 1999) no es un thriller convencional, a pesar de su premisa inicial que podría fácilmente desembocar en una historia llena de giros y revelaciones. En realidad, es una meditación melancólica y a menudo desconcertante sobre la búsqueda del placer y la desesperación en el corazón de la adultez. La película, dirigida por Trey Griffith y escrita por Michael Goldberg, nos presenta a un grupo de hombres, cada uno con sus propias razones y motivos, que se ven envueltos en una red de infidelidades y aventuras sexuales que desestabilizan sus vidas y sus relaciones.

Lo que distingue a "Los Infieles" de otras películas de infidelidad es su enfoque en la complejidad psicológica de los personajes. No hay héroes ni villanos claros. La película explora la vulnerabilidad inherente a la condición humana, la necesidad de conexión, la necesidad de validación y, sobre todo, el miedo al fracaso en el amor. Cada uno de los personajes, desde el ejecutivo ambicioso hasta el músico descontento, lucha con sus propios demonios internos, y sus decisiones, aunque moralmente cuestionables, son el resultado de un profundo anhelo. La dirección de Griffith es sutil, permitiendo que el drama se desarrolle orgánicamente, centrándose en las miradas, los gestos y las conversaciones entre los personajes, lo que aporta una autenticidad palpable a la historia. La banda sonora, con melodías nostálgicas y canciones de amor, intensifica las emociones y refuerza la atmósfera de anhelo y decepción.

Las actuaciones son excepcionales. Richard Gere, en un papel que parece estar dentro de su zona de confort, ofrece una interpretación matizada y conmovedora de un hombre atrapado en la monotonía de su vida. Gary Oldman, con su habitual presencia magnética, interpreta a un personaje problemático y carismático. El resto del elenco contribuye con igual talento, creando una galería de personajes memorables que se sienten verdaderamente humanos, con todas sus imperfecciones y contradicciones. La película no juzga a sus personajes, sino que simplemente los presenta, permitiendo al espectador formarse su propia opinión sobre sus acciones.

Sin embargo, la película no es perfecta. El ritmo puede ser un poco lento en algunos momentos, y la trama, aunque interesante, podría haberse beneficiado de una mayor claridad en algunos puntos. No obstante, la fuerza de las actuaciones, la dirección precisa y el tono reflexivo compensan con creces estas pequeñas deficiencias. "Los Infieles" es una película que te deja pensando mucho después de que los créditos finales hayan rodado, ya que explora temas universales como la soledad, el deseo y la búsqueda de la felicidad, aunque sea a través de caminos poco convencionales. Es una reflexión sobre la naturaleza humana y, sobre todo, sobre la dificultad de construir relaciones significativas en un mundo cada vez más fragmentado.

Nota: 7/10