Los intocables de Eliot Ness (1987)

“Los Intocables de Eliot Ness” no es una película que redefine el género de cine de crimen, pero sí logra construir una narrativa convincente y atractiva sobre un capítulo fascinante de la historia americana. Dirigida por Richard Geary, la película se centra en el joven agente del tesoro Eliot Ness, interpretado con una mezcla de timidez y determinación por Tom Cruise, en su cruzada para desmantelar el imperio criminal de Al Capone en Chicago durante los años 20. La película evita caer en la típica glorificación del héroe, ofreciendo un retrato más humano y complejo de Ness, cuya moralidad no es absoluta, sino que se somete a pruebas constantes.

La película se beneficia enormemente de la presencia de Sean Penn, quien ofrece una interpretación magistral de Jimmy Malone, el veterano y escéptico guardia de prisiones. Malone no es el compañero ideal para Ness: es cínico, con una visión pesimista del mundo y plagado de demonios personales. La química entre Cruise y Penn es excepcional; su relación, construida sobre el respeto mutuo y la necesidad compartida de hacer lo correcto, es el núcleo emocional de la película. No es una amistad instantánea, sino un proceso de aprendizaje gradual y, a veces, doloroso, que se desarrolla de forma creíble y realista.

La dirección de Richard Geary es sólida, evitando el excesivo melodrama y manteniendo un ritmo pausado que permite que la tensión se acumule de forma orgánica. Las escenas de persecución y confrontación son efectivas y bien coreografiadas, pero no eclipsan el desarrollo del personaje de Ness. La cinematografía, a pesar de no ser especialmente vanguardista, contribuye a la atmósfera de la época, capturando con precisión la decadencia moral y la corrupción rampante de Chicago en la década de los 20. La banda sonora, discreta pero efectiva, complementa a la perfección las imágenes.

El guion, adaptado de la novela de Stephen Ambrose, no es un tour de fuerza. Aunque mantiene la esencia de la historia, a veces se siente algo apresurado en la presentación de ciertos eventos y se enfoca más en el viaje emocional de los protagonistas que en la descripción detallada de las investigaciones. Sin embargo, las diálogos son naturales y creíbles, y la película logra transmitir la atmósfera opresiva y el peligro constante que rodeaban a Ness y su equipo. La película aborda temas importantes como la corrupción policial, la pobreza y la búsqueda de la justicia en un mundo donde la ley es a menudo quebrantada. En definitiva, es una película que ofrece una perspectiva interesante sobre la historia americana y sobre el precio de la integridad en un mundo de criminales poderosos.

Nota:** 7/10