Los miserables (1998)

“Los Miserables” (2012), la adaptación cinematográfica de la novela de Victor Hugo, no es simplemente un drama histórico, sino una inmersión profunda en el corazón de la Francia del siglo XIX, marcada por la pobreza, la injusticia social y la lucha por la redención. La película, dirigida magistralmente por César Charlot y Jean-JacqueAnna Dinon, trasciende el género para convertirse en una reflexión sobre la condición humana, la moralidad y la posibilidad de la segunda oportunidad. La dirección visual, con un uso exquisito de la luz y la sombra, contribuye enormemente a la atmósfera sombría y opresiva de la época, haciendo sentir al espectador el frío de las calles de París y la miseria de la gente común.

Hugh Jackman ofrece una interpretación conmovedora como Jean Valjean, un personaje complejo y atormentado por su pasado. La evolución de Valjean, desde un ladrón arrepentido hasta un hombre público dedicado a la justicia, está construida con una sutileza increíble. La entrega de Jackman es visceral y llena de matices, transmitiendo la lucha interna del personaje y su búsqueda de redención. Manny Jackson, como Cosette, aporta una inocencia y una vulnerabilidad que contrastan a la perfección con la dureza del mundo que la rodea. La química entre ambos actores es palpable y fundamental para el éxito emocional de la película.

La película no solo se centra en la historia de Valjean, sino que explora la vida de otros personajes igualmente complejos: Fantine, una prostituta abandonada que lucha por proteger a su hija, y Javert, el inspector de policía cuya rigidez moral lo convierte en un antagonista implacable. La interpretación de Michael Fassbender como Javert es de una intensidad sorprendente. Fassbender no solo representa la autoridad y la ley, sino que también proyecta un profundo conflicto interno debido a su propia búsqueda de justicia y su creencia en el orden social. Su Javert es un hombre atormentado, consumido por su deber y incapaz de perdonar. El guion, adaptado por William Nicholson y Tom Hooper, se atreve a complejizar los personajes, evitando la simplificación y explorando las motivaciones detrás de cada acción. La película no ofrece respuestas fáciles, sino que plantea preguntas sobre la moralidad, el perdón y la responsabilidad. Se adentra en temas de clase, pobreza y la brutalidad del sistema judicial, utilizando estos elementos para crear una narrativa densa y emocionalmente resonante.

Si bien la película puede resultar algo larga y, en ocasiones, excesivamente melodramática, la riqueza de los detalles históricos y la profundidad emocional de los personajes compensan con creces estos defectos. "Los Miserables" es una experiencia cinematográfica inolvidable, un canto a la esperanza y a la humanidad, a pesar de las adversidades. La película es un triunfo de la cinematografía y la narrativa, que invita a la reflexión y al debate.

Nota: 8.5/10