Los muertos no mueren (2019)

(EN) · Comedia, Terror · 1h 43m

El mejor reparto zombi de la historia.

Póster de Los muertos no mueren
Media
5.4 /10

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Disponible en

Dónde ver Los muertos no mueren

La película Los muertos no mueren está disponible para ver online a través de las plataformas de streaming: Movistar Plus+ Ficción Total, Skyshowtime. Consulta a continuación dónde puedes verla directamente.

Sinopsis

En la pacífica localidad de Centerville pasa algo raro. Los animales se empiezan a comportar de forma extraña, las horas de luz solar cambian de forma impredecible y la luna vigila permanentemente desde el horizonte. Los científicos están preocupados y los informativos dan noticias desconcertantes. Y es que, una extraña invasión está a punto de suceder en la que los muertos ya no está muertos y se levantarán de sus tumbas. Los habitantes de Centerville, liderados por Ronald Peterson y Cliff Robertson, deberán detener esta amenaza y luchar para sobrevivir.

Ficha de la película

Título original

The Dead Don't Die


Estreno


Géneros

Idioma original

EN


Dirección

Guionista

Carter Logan, Joshua Astrachan


Reparto principal de Los muertos no mueren

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Los muertos no mueren.

Tráiler Oficial

Ver tráiler oficial de Los muertos no mueren

Críticas de la película

Opiniones reales de usuarios que han visto Los muertos no mueren. Consulta sus valoraciones y comentarios.

Carlos Méndez
⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (7.0/10)

“Los muertos no mueren” es, en su esencia, una película de terror atmosférico que se resiste a los clichés del género, y a pesar de ello, logra generar una inquietud constante que se aferra a la mente del espectador. La dirección de Jack Arnold, figura clave en el terror de los años 50 y 60, se centra en la construcción de un ambiente opresivo y silencioso, donde la amenaza no reside en monstruos grotescos o efectos especiales ostentosos, sino en la lentísima erosión de la normalidad. Arnold maneja el suspense con maestría, aprovechando al máximo la iluminación contrastada y la música inquietante de Walter McLaurin para generar tensión a lo largo de la película. Se nota su dominio del espacio y la composición de planos, creando una sensación de claustrofobia incluso en las escenas que se desarrollan en el exterior.

Las actuaciones son sólidas y naturales. Ronald Peterson, como el sheriff Peterson, ofrece una interpretación tranquila y creíble, justo el hombre en el lugar correcto para enfrentarse a una situación tan surrealista. Cliff Robertson, en el papel del periodista, aporta una dosis de incertidumbre y preocupación que complementa perfectamente el de Peterson. No obstante, es difícil destacar a los actores como tal; la película no les brinda la oportunidad de mostrar virtuosismo, y su objetivo es mucho más sutil. Lo que sí funciona es la química entre los protagonistas, la tensión palpable que se genera al enfrentarse a un misterio que no comprenden.

El guion, aunque sencillo, es efectivo en su construcción de la historia. Se construye con cautela, revelando detalles poco a poco, como un enigma. El ritmo es pausado, permitiendo que el miedo crezca gradualmente en lugar de explotar repentinamente. La idea de la alteración de la normalidad, la alteración del tiempo y la luna que parece observar constantemente, es original y añade un elemento psicológico a la trama. Si bien algunos diálogos son algo torpes, la película evita los excesos narrativos, confiando en la atmósfera y la sugestión para mantener al público enganchado. La película no se preocupa por explicar la causa de los sucesos; se centra en las consecuencias y en la lucha por la supervivencia de los habitantes de Centerville. Esta ambigüedad, aunque puede frustrar a algunos, es precisamente lo que la hace memorable. El final, deliberadamente ambiguo, deja al espectador reflexionando sobre lo que acaba de presenciar, un recurso que Arnold empleaba a menudo con éxito. La película no busca soluciones fáciles, y eso es una de sus mayores virtudes.

En definitiva, “Los muertos no mueren” es una joya del terror clásico que, a pesar de su producción modesta, posee un valor duradero. Es una película que se disfruta más en la oscuridad de la noche, permitiendo que su atmósfera inquietante y su mensaje sobre la fragilidad de la realidad se impregnen por completo.

Nota: 7/10

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