Los pasajeros de la noche (2022)

“Los pasajeros de la noche” no es un filme que pretende conquistar el mundo con efectos especiales o narrativas grandilocuentes. Es, en cambio, una película introspectiva, un retrato delicado y a menudo melancólico de la vida en un París convulso pero también cargado de una profunda sensación de pérdida. Dirigida con maestría por Mélanie Laurent, la película se sumerge en el mundo de Élisabeth, una mujer divorciada que se enfrenta a la adversidad, no con valentía heroica, sino con una vulnerabilidad conmovedora y una búsqueda constante de sentido.

Laurent se centra en la evolución de Élisabeth, una actriz frustrada que intenta reconstruir su vida tras el divorcio. La película evita los clichés del drama familiar, optando por una observación precisa de las dinámicas familiares, la incomunicación y la dificultad de expresar verdaderamente lo que sentimos. Charlotte Gainsbourg ofrece una actuación magnífica, transmitiendo con sutileza la tristeza, la frustración y la esperanza que acompañan a la situación de Élisabeth. Su interpretación es naturalista y sin adornos, lo que permite al espectador conectar profundamente con sus emociones. La película también cuenta con un elenco de apoyo sólido, con interpretaciones destacadas de Ludivine Deforges como la madre de Élisabeth y de Swann Arlaud como el exmarido.

El guion, adaptado de la novela homónima de Claire Keegan, es la verdadera joya de la película. Laurent no busca dar respuestas fáciles; más bien, plantea preguntas sobre la importancia de las pequeñas acciones, la conexión humana y el impacto que podemos tener en la vida de los demás. La carta a un presentador de radio, un gesto aparentemente trivial, se convierte en el catalizador de una serie de eventos inesperados, mostrando cómo la vulnerabilidad y la apertura pueden abrir puertas a la esperanza. La película se desarrolla a un ritmo pausado, permitiendo que las emociones se absorban y que el espectador se sumerja en la atmósfera parisina de la época. La fotografía, con una paleta de colores sobria y evocadora, refleja la atmósfera de incertidumbre y melancolía que impregna la historia. La banda sonora, con piezas de música jazz y electrónica, complementa a la perfección la estética de la película.

Sin embargo, "Los pasajeros de la noche" no está exenta de ciertas debilidades. En ocasiones, la película se vuelve un tanto repetitiva en su exploración de la introspección de Élisabeth, y algunos momentos podrían haberse desarrollado con mayor profundidad. A pesar de ello, la película logra transmitir un mensaje poderoso sobre la importancia de vivir el presente y de buscar la conexión humana en un mundo cada vez más individualista. Es una obra cinematográfica reflexiva y conmovedora, que invita a la reflexión sobre la condición humana y sobre el poder transformador de la empatía.

Nota: 7.5/10