Los siete magníficos (2016)

“Los Siete Magníficos” no es simplemente una película de acción y western; es una lección de honor, de camaradería y de la verdadera valentía, envuelta en un barniz de acción espectacular. Dirigida magistralmente por John Sturges, la película se erige como un clásico del género, no solo por su ritmo implacable y sus duelos de pistola memorables, sino también por la profundidad emocional que logra con sus personajes.

La película se centra en una galería de antihéroes, cada uno con su propia historia de errores y remordimientos. Clint Eastwood, en el papel de Cole Garner, personifica la melancolía y el pasado doloroso. Su elección de no participar inicialmente en la lucha, a pesar de su propia reputación, le confiere una autenticidad y una carga emocional que hacen que su eventual compromiso sea aún más impactante. El resto del equipo – Lee Van Cleef como Harmonica, Robert Duvall como Good Bart, James Coburn como Buddy – son igualmente convincentes, cada uno aportando una faceta distinta a la narrativa. Las actuaciones son, en general, impecables. No se trata solo de mostrar habilidad con las armas, sino de transmitir el peso de sus acciones y la lucha interna que enfrentan.

John Sturges no se limita a mostrar enfrentamientos explosivos. La película se construye lentamente, permitiendo que el espectador se conecte con los personajes y con el ambiente del pueblo de Rose Creek. La tensión se acumula a medida que se revela la maldad de Bartholomew Bogue (Pedro Armondo) y la desesperación de la comunidad. La dirección es precisa, utilizando la iluminación y la composición de los planos para generar un ambiente opresivo y claustrofóbico, reforzando la sensación de que la violencia es inevitable. La banda sonora, compuesta por Elmer Bernstein, es un componente crucial, con melodías que se graban en la memoria y que intensifican la atmósfera de cada escena.

El guion, adaptado de la novela “Seven Against the West” de Phillip Wylie, es inteligente y evita los clichés típicos del género. Se centra en la dinámica del grupo y en el desarrollo de la relación entre los personajes, más que en la mera acción. La película explora temas como la justicia, la redención y la búsqueda de un propósito en la vida. La historia de cada personaje, aunque breve, añade complejidad a la trama y permite al espectador empatizar con sus motivaciones. La confrontación final, aunque espectacular, se siente como una consecuencia lógica de las tensiones construidas a lo largo de la película. No es un final barato o un truco del guion, sino el resultado natural de las decisiones tomadas por los personajes.

En definitiva, “Los Siete Magníficos” es un western clásico que resiste el paso del tiempo. Es una película que celebra la valentía, la amistad y la búsqueda de la justicia, a pesar de que los personajes que protagonizan la historia sean, en esencia, forajidos. Una joya cinematográfica que merece ser vista y revisitada.

Nota: 8.5/10