Los tres chiflados (2012)

“Los Tres Chiflados” es una relectura inesperada y sorprendentemente efectiva del legado de la icónica serie de cortos ‘The Three Stooges’. La película, lejos de intentar ser una recreación literal, se atreve a tomar los fundamentos de la energía caótica, el humor slapstick y el espíritu de improvisación de los tres personajes y los convierte en un grupo de recién nacicios, lo cual introduce una dimensión hilarante y subversiva. El director Phil Lord y Christopher Miller, conocidos por sus trabajos con ‘Paddington’ y ‘Spider-Man: Un Nuevo Universo’, demuestran su maestría al manejar el ritmo frenético y la comedia física, logrando un equilibrio perfecto entre lo absurdo y lo entrañable.

La dirección de Lord y Miller es inteligente en su uso de la cámara. El movimiento es constante, casi una avalancha de situaciones cómicas, que nunca se siente forzado. Observamos a los tres bebés, Leo, Max y Louie, en constante conflicto, tropezándose, lanzándose pañales y, por supuesto, causando un caos generalizado en el orfanato donde residen. Sin embargo, este caos nunca se siente aleatorio; cada movimiento está cuidadosamente calibrado para maximizar el efecto cómico. La banda sonora, con su mezcla de melodías infantiles y ritmos más contundentes, contribuye de manera significativa al tono general de la película. La paleta de colores vibrante y la fotografía ágil añaden un elemento visualmente atractivo que complementa la frenética energía de la historia.

El reparto principal, liderado por Jacob Tremblay (Leo), Rowan Blanchard (Max) y Jude Legal (Louie), es notable. Los tres niños demuestran una química excepcional, y sus interpretaciones son genuinamente cómicas. No se limitan a imitar los gestos de los tres chiflados originales, sino que realmente encarnan la esencia de su personalidad: la torpeza, la impulsividad y un espíritu innegablemente divertido. La comedia nace de sus interacciones, de sus intentos fallidos de resolver problemas y de su incapacidad para seguir las reglas, lo que genera una conexión instantánea con el público.

El guion, escrito por Lord y Miller, es la columna vertebral de la película. Se centra en la búsqueda de un padre, una premisa familiar y sencilla que sirve de telón de fondo para las múltiples situaciones cómicas. El guion es particularmente audaz en su uso del ritmo, alternando entre momentos de pura comedia física y segmentos más emotivos que exploran el tema del amor paternal. No se restringe a buscar la risa fácil, sino que invita al espectador a identificarse con la desesperación y la esperanza de los niños. A pesar de la naturaleza absurda de la trama, la película transmite un mensaje valioso sobre la importancia de la familia y el coraje de perseguir tus sueños.

En definitiva, "Los Tres Chiflados" es una comedia original, refrescante y sorprendentemente inteligente. La película no solo honra la memoria de la legendaria serie de cortos, sino que la reinventa con una perspectiva fresca y una ejecución impecable. Es una película que te hará reír a carcajadas y, al mismo tiempo, te hará reflexionar sobre la importancia de la familia y la perseverancia.

Nota: 8/10