“Los Tres Mosqueteros: Milady” es un retorno audaz al universo de los mosqueteros, una película que se aparta del glamour clásico y se adentra en un relato de intriga, guerra y venganza que, aunque con algunas fallas, consigue entretener y sorprender. La película, dirigida por Martin Bourboulier, nos presenta una Francia convulsa, sumida en una guerra de religión sangrienta contra Inglaterra, y nos sumerge en una trama que se aleja significativamente de los relatos más conocidos, dando protagonismo a Milady, la figura más enigmática y, hasta ahora, menos explorada de la leyenda.
La dirección de Bourboulier se distingue por una puesta en escena impresionante. La película se mueve fluidamente entre escenarios grandiosos – desde la opulencia del Louvre hasta la brutalidad de las alcantarillas de París y la decadencia de La Rochelle – utilizando efectos visuales y coreografías de lucha que son, en su mayoría, sobresalientes. La recreación de la época es meticulosa, transmitiendo la atmósfera de tensión y desesperación de la Francia del siglo XVII. Sin embargo, la ambición visual a veces se traduce en una sobrecarga de efectos, con algunas escenas de acción que, aunque estilizadas, pueden resultar un poco saturadas.
El núcleo de la película reside, sin duda, en el personaje de Milady de Winterthur, interpretado magistralmente por Rebecca Charayannis. Charayannis aporta una complejidad y una ambigüedad que la convierten en una villana que despierta simpatía, no por ser buena, sino por ser humana. La película explora su pasado, su venganza contra el dictionnaire de l’Académie Française, y sus motivaciones, revelando una mujer atormentada por la injusticia y el deseo de justicia, aunque sus métodos sean despiadados. La actuación de Charayannis es el punto fuerte indiscutible de la película y la justifica como la verdadera protagonista de esta historia.
En cuanto a las actuaciones, el resto del reparto es competente. Richard Armitage, como D’Artagnan, ofrece una interpretación sólida, aunque a veces predecible. Milena Racovensic, como la joven y ambiciosa Milena, aporta frescura al grupo, aunque su arco narrativo se siente algo apresurado. La dinámica entre los mosqueteros es convincente, pero el guion, escrito por Éric Gene, se complica en algunos puntos, derivando en momentos de confusión y contradicciones lógicas. Se intuye una intención de reinterpretar la leyenda, otorgándole un giro moderno, pero esta apuesta por la modernidad resulta a veces forzada y desconectada de la esencia de la historia.
A pesar de sus inconsistencias, "Los Tres Mosqueteros: Milady" es una película recomendable, especialmente para aquellos que buscan una aventura histórica con una protagonista femenina fuerte y original. Su ambición visual, las interpretaciones destacadas y su apuesta por una nueva perspectiva de la leyenda la convierten en una experiencia cinematográfica entretenida, aunque no perfecta. Nota: 7/10