Lost Girls & Love Hotels (2020)

“Lost Girls & Love Hotels” no es una película para todos, pero para aquellos que buscan una experiencia cinematográfica decididamente inquietante y visualmente impactante, esta película japonesa ofrece un viaje al más oscuro de los deseos y a las consecuencias de la represión. La película, dirigida por Kōhei Hatakeyama, se erige como un estudio de personajes obsesivo, centrándose en la figura de Margaret, interpretada con una reserva palpable y una vulnerabilidad cautivadora por parte de Florence Dujardin. Dujardin, en un papel que exige una actuación delicada, logra transmitir la desgarro interior de Margaret, una mujer que se ha refugiado en la efímera felicidad y el hedonismo de los hoteles de amor para evitar enfrentarse a su pasado traumático.

La película se construye lentamente, como un ritual. El ritmo deliberadamente pausado, combinado con la fotografía sombría y la banda sonora evocadora, crea una atmósfera de creciente tensión. Hatakeyama domina el arte del detalle, utilizando imágenes perturbadoras pero sutiles – la luz difusa que se filtra por las cortinas de los hoteles, los rostros descoloridos de los clientes, los silencios incómodos – para comunicar más de lo que se dice explícitamente. La narrativa no se basa en el melodrama, sino en la sugerencia y la ambigüedad. ¿Es Margaret realmente una víctima de su pasado, o está construyendo una realidad de fantasía para evadir la responsabilidad? La película no ofrece respuestas fáciles, y eso es parte de su atractivo.

La dirección de actores es particularmente notable. Además de Dujardin, el actor japonés Hiroki Satō aporta una interpretación convincente como Takeshi, el dueño de los hoteles de amor. Su presencia, enigmática y casi espectral, contrasta con la vitalidad forzada de Margaret. La relación entre ambos personajes, aunque nunca completamente explicada, es el núcleo emocional de la película. El guion, adaptado de un relato de Michael J. Fox, está repleto de simbolismo y referencias a la cultura pop japonesa, lo que añade una capa adicional de complejidad. Sin embargo, a veces el simbolismo se vuelve excesivo, correciendo el ritmo y restando fuerza a la narrativa principal. La película, aunque, es fundamentalmente honesta en su exploración de los traumas psicológicos y las estrategias de supervivencia, incluso si estas últimas se manifiestan de manera bastante peculiar.

En definitiva, "Lost Girls & Love Hotels" es una película de difícil acceso, pero recompensante para aquellos que se aventuran a sumergirse en su mundo oscuro y sugerente. Es una experiencia cinematográfica única, que invita a la reflexión sobre la naturaleza del recuerdo, la búsqueda de la felicidad y el precio de la evasión. No es una película para ver para entretenerse, sino para sentir, para contemplar y para dejar que la inquietante belleza de su simbolismo te persiga después de que los créditos finales hayan rodado.

Nota:** 7/10