Madagascar 3: De marcha por Europa (2012)

‘Madagascar 3: De marcha por Europa’ no es precisamente la joya de la corona de la franquicia, pero tampoco un desastre absoluto. Tras dos entregas sólidas, esta tercera aventura de los animales exóticos en la gran ciudad europea se siente, en parte, como una expansión forzada de la fórmula que funcionó en los primeros capítulos. La película se aleja un poco del tono original, que combinaba la comedia slapstick con momentos de genuino drama y reflexión sobre la amistad y la identidad. Aquí, el humor se ha vuelto más centrado en las situaciones absurdas y los gags visuales, a menudo a expensas de la historia. La acción es constante, pero a menudo carece de impacto emocional, ya que los personajes, a pesar de sus constantes interacciones, no logran conectar verdaderamente con el espectador.

La dirección de Chris Miller y Malcolm Gladwell Jr. es competente, manteniendo el ritmo ágil y presentando escenarios europeos deslumbrantes. París, Roma y Monte Carlo se sumergen en la narrativa con una autenticidad visual que, si bien es estéticamente agradable, no se traduce en una profundidad emocional. La película intenta explorar temas de pertenencia y adaptación, pero estos se presentan de manera superficial. El viaje de Alex, el león, desde su vida de libertad en Nueva York hasta su encierro en un circo, podría haber sido una oportunidad para un desarrollo de personaje más completo. Sin embargo, la trama principal se centra en la persecución de Chantal Dubois, interpretada con notable frialdad por Frances de Arman. Su personaje, aunque un antagonista efectivo, se siente más como un cliché de villana de policía que como una amenaza real para los protagonistas.

Las actuaciones, como siempre, son un punto fuerte de la película. Ben Stiller, Bill Murray, David Schwimmer y Jorma Taccone repiten sus roles con solvencia, aportando el característico humor y la química que han definido la trilogía. Relámpagos de comedia en cada toma, pero se nota que el guion no les da muchas oportunidades para profundizar en sus personajes. Cosmo y Marty, en particular, obtienen algunas de las mejores líneas y momentos cómicos. La banda sonora, con temas originales y adaptaciones de clásicos, complementa bien la atmósfera europea y añade una capa adicional de entretenimiento. La película, sin embargo, termina sintiéndose un poco desconectada del espíritu de las primeras entregas, perdiendo la fuerza de sorpresa y originalidad que la caracterizaban.

En definitiva, ‘Madagascar 3’ ofrece un entretenimiento ligero y visualmente atractivo, pero no alcanza el nivel de las dos primeras películas de la saga. Es un espectáculo familiar adecuado para niños y adultos que busquen una distracción, pero que no esperan una narrativa particularmente profunda o emocionante. Se siente más como un trabajo de equipo bien ejecutado que como una obra maestra cinematográfica.

Nota:4/5