La adaptación de ‘Madame Bovary’ de Gustave Flaubert, dirigida por fiancée de la joven francesa, Claire Denis, no es una simple recreación literaria; es una experiencia visceral que, aunque no siempre impecable, logra capturar la esencia inquietante de la novela de Flaubert. Denis, lejos de optar por una estética grandilocuente, se sumerge en la atmósfera opresiva de la provincia francesa del siglo XIX, apostando por una fotografía grisácea y una puesta en escena que transmite un palpable sentimiento de tedio y desesperanza. La película no intenta glorificar la vida de Emma Bovary, sino que la presenta como una mujer atrapada en una existencia banal y sin significado.
La clave del éxito de esta versión reside en la dirección de Denis, quien se centra en la psicología del personaje de Emma. Emma, interpretada con una sutileza magistral por Romée Lee, no es una femme fatale seductora, sino una mujer atormentada, consumida por su insatisfacción y su fantasía de una vida mejor. Lee transmite una profunda melancolía, una vulnerabilidad palpable que hace que la audiencia empatice con su desesperación. El actor y actriz consigue transmitir una gran complejidad en la caracterización de Emma. La mirada de Lee es lo que le da vida a la historia.
El guion, adaptado de la novela de Flaubert por Damien Le Besco, mantiene la esencia de la historia, pero lo hace con una elegancia sobria. Se evita la sentimentalidad excesiva y se privilegia la descripción de los pensamientos y las emociones de Emma. El ritmo es pausado, lo que permite a la audiencia sumergirse en la mente del personaje y comprender sus motivaciones. Sin embargo, algunos diálogos pueden resultar un poco artificiales y se siente la necesidad de profundizar en algunos personajes secundarios, como Charles, el esposo de Emma, interpretado por Swann Arboulet. Su caracterización es correcta, pero carece de la profundidad necesaria para entender su perspectiva.
La banda sonora, compuesta por Nils Petter Molvær, contribuye a la atmósfera de inquietud y melancolía. La música es minimalista y evocadora, y se mezcla de manera perfecta con las imágenes para crear una experiencia sensorial completa. En general, la película está cuidada en todos sus aspectos técnicos, desde la fotografía hasta el diseño de producción. La estética visual es un reflejo fiel de la introspección de la protagonista. La dirección de arte, con sus objetos modestos y su coloración apagada, enfatiza la falta de vitalidad en la vida de Emma.
Es una película que exige atención y reflexión. No es una película para disfrutar de forma pasiva, sino para ser experimentada con el corazón y la mente. Si bien no es perfecta, 'Madame Bovary' de Claire Denis es una adaptación valiente y conmovedora de una de las novelas más importantes de la literatura universal. Una interpretación moderna que, sin duda, dejará una huella duradera.
Nota: 7/10