“Madame Curie” es un biopic que se erige como un estudio conmovedor y, a la vez, complejo de una mente brillante y de las consecuencias imprevistas de la ciencia. La película, dirigida por Ganijah B.A. y con Kate Winslet a la cabeza, no se limita a una simple narración cronológica de la vida de Marie Skłodowska-Curie, sino que la enmarca en el contexto de su relación tumultuosa con Pierre Curie, explorando cómo su amor, su pasión por la ciencia y las presiones sociales de la época se entrelazaron para forjar una leyenda. La película, en esencia, se centra en el impacto del descubrimiento de la radiactividad y, especialmente, del radio, no solo en el ámbito científico, sino también en la vida personal de la familia Curie y en el devenir del siglo XX.
La dirección de Ganijah B.A. logra un equilibrio delicado entre el rigor científico y la intimidad emocional. La película no rehúsa mostrar los desacuerdos, la frustración y el constante desafío que Marie enfrentó, no sólo por el trabajo, sino también por las limitaciones impuestas por la sociedad de la época, donde las mujeres científicas eran relegadas a un segundo plano. La película es particularmente efectiva al mostrar el progreso lento y arduo de la investigación de Curie y Pierre, presentando momentos de intensa concentración, frustración y, en ocasiones, de pura euforia cuando un nuevo descubrimiento se materializa. Winslet entrega una actuación magistral, capturando la determinación inflexible, la inteligencia innegable y la vulnerabilidad inherente a una mujer que lucha contra los prejuicios de su tiempo. Su interpretación va más allá de la simple representación; transmite la fuerza interior y la dedicación de Marie con una sutileza que resulta profundamente conmovedora.
El guion, escrito por Jacques Creuzet y Marie-France Mercier, es el punto fuerte de la película. Evita caer en la simplificación y se sumerge en la complejidad de la ciencia y en las implicaciones morales de los descubrimientos de Curie. La película se atreve a mostrar el lado oscuro de la ciencia: la ambición desmedida, las posibles consecuencias no intencionadas y la responsabilidad que conlleva el avance del conocimiento. La relación entre Pierre y Marie no se presenta como un cuento de hadas; es una unión basada en el respeto mutuo, la admiración intelectual y, paradójicamente, en una cierta competencia. La película explora la tensión entre la pasión por la ciencia y la fragilidad de la vida familiar, un conflicto que se agrava con la fama, las críticas y la eventual tragedia. El uso del flashback para mostrar el desarrollo de la investigación del radio, intercalado con escenas del presente, permite al espectador visualizar la progresión del conocimiento y comprender mejor la magnitud del descubrimiento.
Sin embargo, la película no está exenta de ciertas imperfecciones. Algunos diálogos pueden resultar algo artificiosos, y la representación del entorno científico, aunque intenta ser fiel a la realidad, podría haberse profundizado más. No obstante, estas pequeñas carencias no empañan la experiencia general. “Madame Curie” es una película importante, no solo por su temática, sino también por su capacidad para provocar la reflexión sobre el papel de la ciencia, la responsabilidad del progreso y la vida de una mujer que, contra viento y marea, cambió el mundo. Es un estudio sobre el precio del conocimiento, la fuerza del amor y el impacto duradero de un legado extraordinario.
Nota: 8/10