“Mafia. ¡Estafa como puedas!” es una apuesta arriesgada, una comedia que se burla abiertamente de los clichés del género de la mafia, y en gran medida, lo logra con éxito. La película no intenta imitar la seriedad y el dramatismo de algunas de las grandes obras del género; en cambio, se entrega a una parodia descarada, con resultados a veces hilarantes y otras, un poco forzados. La premisa, aunque sencilla, sirve como detonante para una evolución de personajes que, a pesar de sus excesos, son sorprendentemente entretenidos.
La dirección de Dino de Laurentiis es directa y sin pretensiones, lo que se adapta a la naturaleza irreverente de la película. El ritmo es rápido y las escenas de acción, aunque coreografiadas con un toque cómico, se presentan de forma visualmente dinámica. Sin embargo, a veces se siente un poco superficial en su tratamiento de los ambientes y los detalles que, en una película seria, podrían haber añadido profundidad. De Laurentiis no se toma la seriedad demasiado en serio, y eso funciona a favor de la película en su intento de parodia.
La actuación de Cristiano Carosotto como Vincenzo Cortino es, sin duda, el punto más destacable. Carosotto transmite de forma convincente la evolución del personaje, desde el joven e inocente cartero hasta el despiadado jefe de casino. Logra dotar de humanidad a un personaje que podría haber quedado en la caricatura, y además, posee un carisma natural que roba la atención del espectador. El resto del reparto, aunque cumple su función, no alcanza la misma intensidad. Algunos de los personajes secundarios se sienten un poco planos y unidimensionales, contribuyendo a la sensación de que la película, en algunos momentos, se sobrecarga de personajes.
El guion, escrito por el mismo De Laurentiis, es donde la película alcanza su punto más fuerte y, a la vez, su punto más débil. Las situaciones son absurdas, las diálogos ingeniosos y las bromas, en su mayoría, funcionan. Sin embargo, el guion también recurre con demasiada frecuencia a la exageración y a las gags fáciles. La línea entre la parodia inteligente y el humor forzado se difumina en algunas ocasiones, lo que resta valor a algunas de las escenas. A pesar de ello, la película mantiene un buen nivel de entretenimiento, gracias en gran parte a su sentido del humor y a su capacidad para subvertir las expectativas del espectador. La crítica a la acumulación de riqueza y a la moralidad cuestionable de la mafia es sutil pero efectiva, insertada de forma natural en el flujo de la trama.
En definitiva, “Mafia. ¡Estafa como puedas!” es una comedia ligera y divertida que ofrece una visión desenfadada del mundo de la mafia. No es una obra maestra, pero sí una película entretenida y llena de momentos cómicos. Es una elección ideal para aquellos que buscan una alternativa fresca y original a las típicas películas de acción.
Nota: 7/10