Malapata (2017)

“Malapata” es, sencillamente, una película que se queda corta de lo que promete ser. La premisa, la de un inesperado golpe de suerte que desata una cascada de eventos caóticos, es inherentemente atractiva, y el potencial para una comedia de errores de alto octanaje está ahí. Sin embargo, el resultado final, aunque entretenido en su momento, no logra alcanzar la calidad que su argumento sugiere. Rui Unas y Marco Horácio, interpretados con buena naturalidad por los propios Unas y Horácio, son dos amigos aparentemente normales, y la inocencia que transmiten al principio del film contrasta con la progresiva locura que les invade. La dirección de André Gonçalves se mantiene discreta, evitando caer en melodramáticas exageraciones, y se centra en capturar la creciente desesperación de los protagonistas. No obstante, la fotografía, aunque colorida, a veces se siente un poco artificial, alejándose del realismo que se busca crear.

La película se apoya en gran medida en las actuaciones de sus actores principales, y aquí es donde realmente brilla. Luciana Abreu aporta una energía magnética a su personaje, aunque su papel, aunque importante, a veces parece un tanto unidimensional. Helder Agapito, en cambio, ofrece una interpretación más sutil y, en algunos momentos, incluso conmovedora. La dinámica entre los dos es el corazón de la película, y las escenas en las que se enfrentan a las consecuencias de su repentina fortuna son las más memorables. La comedia surge de situaciones absurdas y reacciones exageradas, pero a veces se siente forzada, como si el guion no se atreviera a profundizar en el conflicto interno de los personajes. La película se queda en la superficie, evitando explorar las verdaderas implicaciones de esta súbita riqueza y las consecuencias a largo plazo para sus relaciones.

El guion, en general, es el punto más débil de “Malapata”. Las situaciones que se presentan son, en ocasiones, repetitivas y carecen de un desarrollo profundo. Se apuesta por la comedia visual y la reacción exagerada, pero se sacrifica la construcción de personajes complejos y un argumento con una lógica interna sólida. Hay momentos en que la película se pierde en un mar de clichés cómicos, y se siente la falta de una visión original. Aunque la película ofrece algunas risas, es difícil sentir una verdadera empatía por los protagonistas, y la trama se resuelve de forma abrupta, dejando un final poco satisfactorio. En definitiva, “Malapata” es una comedia de errores entretenida, pero superficial, que podría haber sido mucho más.

Nota: 6/10