Maléfica (2014)

“Maléfica” no es simplemente una secuela; es un acto de redención, una exploración profunda y a veces perturbadora del origen de una de las villanas más icónicas de la historia del cine. El film de Marc Webb se distancia deliberadamente de la superficialidad de la versión original, ofreciendo una visión alternativa y sorprendentemente humana del personaje de Angelina Jolie. Esta decisión, aunque arriesgada, resulta ser la clave del éxito de la película.

La dirección de Webb es magistral en su construcción de atmósferas. La película se adentra en un mundo gótico y oscuro, evocando la belleza melancólica de las obras de Boris Vallejo y Julie Bell, los artistas que inspiraron el diseño de Maléfica en los años 50. La fotografía es impecable, utilizando la luz y la sombra para crear una sensación constante de peligro inminente y de misterio. La paleta de colores, dominada por tonos azules oscuros y morados profundos, refleja el estado de ánimo y la personalidad de Maléfica: fría, distante y atormentada por su pasado.

Angelina Jolie ofrece una interpretación absolutamente inolvidable de Maléfica. No se trata de una villana caricaturesca y amenazante, sino de un personaje complejo y profundamente afectado por el trauma. Jolie no se limita a transmitir la maldad, sino que explora sus miedos, sus frustraciones y su dolor. Su mirada, en particular, es un arma letal de expresividad, capaz de comunicar una gama completa de emociones. Ella no solo interpreta a la villana, sino que *es* a Maléfica, y esa transformación es palpable. El resto del reparto, incluyendo a Elle Fanning como una Aurora inocente y vulnerable, también cumple con creces, aunque el papel de Fanning, aunque interesante, podría haber tenido mayor peso narrativo.

El guion, adaptado del relato original de William McKinley y Lynn Ramsey, es uno de los aspectos más destacados de la película. Evita los clichés del género de superhéroes y se concentra en el desarrollo del personaje de Maléfica. La trama es inteligente y sorprendentemente emocional, explorando temas como la venganza, el perdón y la redención. La película no se basa en espectáculos de acción baratos; la tensión se construye gradualmente, culminando en una confrontación final que es tanto visualmente impresionante como emocionalmente resonante. El ritmo es cuidadosamente gestionado, permitiendo que el espectador se conecte con los personajes y se sumerja en su mundo. La introducción de la historia de infancia de Maléfica, con una hermosa y melancólica fotografía, es un elemento crucial para entender sus motivaciones y su evolución.

Sin embargo, no es perfecta. Algunas subtramas podrían haber sido más desarrolladas, y el desenlace, aunque satisfactorio, podría haber sido aún más ambicioso. No obstante, “Maléfica” es una película que supera sus defectos gracias a su dirección impecable, sus actuaciones excepcionales y su guion inteligente y conmovedor. Es un festín visual y emocional, un tributo a una villana que merece, por fin, la atención que siempre ha merecido.

Nota: 8.5/10