Maléfique (2003)

“Maléfica” no es simplemente una secuela de ‘El Libro de la Muerte’; es una incursión deliberada en la atmósfera sombría y el horror gótico que la propia Angelina Jolie parece haber buscado desde el principio. La película, dirigida por Marc Forster, se distancia notablemente del tono de acción más ligero de la primera entrega, optando por una narrativa más lenta, introspectiva y, sobre todo, claustrofóbica. Este cambio de dirección, si bien arriesgado, resulta ser un acierto, ya que se centra en la exploración de la desesperación y la ambición desmedida, elementos que impulsan a los personajes a tomar decisiones moralmente cuestionables.

El guion, firmado por Linda Woolverton y Billy Pascal, construye un entorno meticulosamente diseñado, una prisión de las profundidades de una isla deshabitada que se convierte en el epicentro de una trama de manipulación y secretos. La atmósfera opresiva es palpable desde el inicio, gracias a la fotografía de Rob Hardy, que utiliza la luz y la sombra para generar una sensación constante de inquietud. Sin embargo, el guion, a pesar de su construcción bien intencionada, a veces flaquea en la elaboración de los personajes secundarios, quienes se sienten más como figuras de relleno que como individuos con motivaciones propias. La complejidad de los rituales mágicos, aunque visualmente impresionantes, no siempre se explica de manera clara, lo que podría resultar confuso para algunos espectadores.

Angelina Jolie, en el papel de la hechicera Maléfica, ofrece una interpretación magistral. Su personaje no es simplemente una villana vengativa; se presenta como una figura trágica, atormentada por un pasado doloroso que la ha llevado a abrazar el poder de la magia negra. La actuación de Jolie es sutil, cargada de matices y emociones, y logra transmitir la profunda maldad y el sufrimiento de Maléfica de una manera convincente. Joaquin Phoenix, como el anciano y carismático Dr. Hugo Weisz, complementa la actuación de Jolie a la perfección, aportando un aire de misterio y una considerable dosis de humor negro. El resto del reparto, aunque competente, no logra destacar tanto.

La dirección de Marc Forster equilibra con éxito los elementos de horror gótico y drama psicológico. Si bien el ritmo puede ser pausado para algunos, la película logra mantener el interés del espectador gracias a la calidad de las interpretaciones, la atmósfera opresiva y las imágenes impactantes. La banda sonora, compuesta por Hans Zimmer y Junkie XL, es un componente esencial para crear la tensión y el ambiente sombrío de la película. La película no llega a ser una obra maestra, y el final podría resultar algo predecible para quienes conocen la mitología de Maléfica, pero "Maléfica" es una secuela que logra honrar el legado de la original y ofrece una experiencia cinematográfica satisfactoria para los amantes del horror gótico.

Nota: 7/10