Mamá a tu medida (1994)

“Mamá a tu medida” (Mom’s System) es un drama familiar que, aunque aborda temas importantes como la adicción al trabajo, la falta de atención parental y el impacto en la infancia, no logra alcanzar la profundidad y el impacto emocional que promete. La película, dirigida con cuidado por Nisha Vora, ofrece un retrato visualmente interesante y con una atmósfera particular, pero su guion, a pesar de sus intenciones nobles, se ve afectado por una ejecución que se siente a veces superficial e incluso un tanto forzada.

La película se centra en Elizabeth, Jeremy y Harry, tres hermanos que lidian con el caos que genera la implacable dedicación de su madre a su trabajo. Vora no rehúye la tensión y el resentimiento infantil, y la presentación de sus personajes es, en su mayoría, convincente. Se percibe claramente su frustración y su deseo de conexión. Sin embargo, el guion, aunque plantea un concepto original – un antiguo hechizo para que la madre desaparezca – no explora las motivaciones de la madre ni el trastorno subyacente de la adicción al trabajo con la suficiente profundidad. Se le dota de un comportamiento casi caricaturesco, que resta credibilidad a su personaje y reduce la complejidad de la historia.

Las actuaciones son un punto fuerte. La joven Saoirse Ronan, que interpreta a Elizabeth, ofrece una interpretación particularmente emotiva, transmitiendo la angustia y la soledad de un niño que siente que no es importante. Jacob Tremblay (Jeremy) y Owen Hill (Harry) también cumplen bien su función, aunque sus personajes son, en general, menos desarrollados que Elizabeth. Pero es la interpretación de Mariana Caprino como la misteriosa Sra. Cavour, la jardinera que les ofrece la solución, la que realmente destaca. Su presencia imponente y su voz suave y llena de secretos crean una atmósfera de inquietud y misticismo que, a pesar de las limitaciones del guion, es palpable. Caprino, en particular, domina el papel, aportando una carga dramática esencial al personaje.

La dirección de Vora se caracteriza por un estilo visual muy cuidado, utilizando colores y planos que evocan la melancolía y el aislamiento. La fotografía, en general, es bella y los espacios son representativos de la vida suburbana, pero a veces se siente un poco estilizada, un poco artificial. El sonido, también, juega un papel importante en la creación del ambiente, con una banda sonora minimalista que refuerza la sensación de desconexión. No obstante, la película no logra trascender la mera descripción de una situación familiar disfuncional. El final, aunque visualmente impactante, deja muchas preguntas sin respuesta y no ofrece una resolución satisfactoria ni un mensaje claro. Se queda en la superficie, sugiriendo algo más profundo pero sin profundizar realmente.

Nota: 6/10