Mamá María (2020)

“Mamá María” es, en su esencia, un thriller psicológico con toques de drama social que, lamentablemente, no logra alcanzar todo su potencial. La película, dirigida por Isabelle Merju, se centra en Patience Portefeux, un personaje interpretado con una notable sutileza por Camille Joyeux, una mujer atrapada en una red de circunstancias que la arrastra desde la modestia de una traductora a la peligrosa vida de contrabandista de drogas. La premisa es atractiva y plantea un interesante dilema moral: ¿hasta qué punto estaríamos dispuestos a sacrificar nuestra integridad para sobrevivir en un sistema que nos oprime?

La dirección de Merju se centra en la atmósfera y en la construcción de la tensión, creando un ambiente claustrofóbico y opresivo que refleja el estado mental de Patience. La película utiliza la fotografía y el sonido para intensificar la sensación de incomodidad y paranoia. Sin embargo, esta atmósfera, aunque efectiva en gran medida, a veces se siente un poco artificial, como si la película estuviera buscando constantemente crear la tensión en lugar de confiar en el desarrollo natural de la trama y las emociones de los personajes. El ritmo es pausado, deliberadamente, pero a veces se torna excesivamente lento, haciendo que la película pierda parte de su dinamismo. El uso de la música es discreto y contribuye a la atmósfera, pero no se destaca.

El guion, aunque presenta un conflicto central convincente, carece de profundidad en algunos aspectos. Los personajes secundarios, como el jefe de Patience en la brigada o el padre de su compatriota, son interesantes, pero se les dedica poco tiempo para desarrollar su motivación o su trasfondo. Los diálogos, en general, son sólidos, pero se echan de menos momentos de verdadera introspección o revelación que profundicen en la psique de Patience y sus decisiones. La trama, centrada en la operación fallida, se resuelve de forma algo apresurada al final, lo que resta impacto a la tensión acumulada a lo largo de la película.

Las actuaciones son sólidas, especialmente la de Camille Joyeux, que transmite con éxito la vulnerabilidad y la determinación de Patience. Su interpretación es sutil y matizada, capturando la evolución del personaje de manera creíble. Sin embargo, los actores de reparto, aunque competentes, no logran destacar de manera significativa. La química entre Joyeux y el actor que interpreta al padre de la joven es interesante, pero no es suficiente para generar un impacto emocional real. La película, en definitiva, se apoya en gran medida en la interpretación de la protagonista para sostener la narrativa.

En conclusión, “Mamá María” es una película intrigante que plantea preguntas sobre la moralidad, la supervivencia y las consecuencias de nuestras elecciones. No obstante, su ritmo irregular, la falta de desarrollo de algunos personajes y la resolución precipitada de la trama impiden que alcance su máximo potencial. Es un thriller psicológico que se disfruta más por su atmósfera opresiva y la actuación de Camille Joyeux que por su capacidad para sorprender o conmover profundamente.

Nota: 6/10