“Manhattan Sur” (1995) de Walter Hill no es una película que enamore desde el primer instante, pero se instala en la memoria con una atmósfera opresiva y una violencia sutilmente calculada. La película, que se sitúa dentro del género de la película de acción policial, se distingue por una mirada sombría y a veces casi existencial a la corrupción y la desesperación que carcome el tejido urbano de Manhattan. La trama, centrada en el detective Stanley White, interpretado con una frialdad y un pragmatismo inquietantes por Mark Rourke, se desarrolla en un contexto de violencia endémica, donde el tráfico de drogas y la influencia de la mafia china se entrelazan con una brutalidad que no se limita a los tiroteos. Es importante destacar que Hill no recurre a clichés del género; la violencia aquí no es gratuita, sino una consecuencia lógica de un sistema corrupto y de la incapacidad de los personajes para escapar de su destino.
La dirección de Hill es precisa y efectiva. El uso de la luz y la sombra, la puesta en escena claustrofóbica que evoca los callejones oscuros y los espacios reducidos de Manhattan Sur, y el ritmo pausado que permite una inmersión total en el mundo de White, son elementos que contribuyen a la atmósfera densa y perturbadora de la película. Se aprecia un control absoluto de la cámara, que se mueve con deliberación, casi como un observador silencioso, capturando la desesperación y la resignación de los personajes. John Lone, como Joey Tai, aporta una presencia imponente y amenazante, sin necesidad de recurrir a grandes diálogos. Su mirada es suficiente para transmitir la implacabilidad del jefe de la mafia.
El guion, a cargo de Walter Hill y Kurt Russell, es relativamente simple pero consigue generar una tensión constante. La película se centra en la psicología de Stanley White, un hombre marcado por su pasado en el Vietnam y atormentado por sus decisiones. Rourke ofrece una interpretación magistral, transmitiendo tanto la frialdad profesional que exige su trabajo como la vulnerabilidad emocional que lo carcome por dentro. El personaje de White es un héroe en declive, un hombre que lucha contra un sistema que ha perdido la moral. La película explora temas complejos como la soledad, la culpa, la redención y la naturaleza corrupta del poder. Es una película que se presta a la reflexión, no solo por su acción, sino por la forma en que retrata la decadencia moral y la desesperación de sus protagonistas.
Si bien la película no alcanza la brillantez de algunas obras del género, “Manhattan Sur” es una joya oculta que merece ser descubierta. Su atmósfera, sus personajes complejos y su tratamiento de la violencia la convierten en una experiencia cinematográfica memorable. Es una película que, a pesar de su tono oscuro y pesimista, ofrece una valiosa reflexión sobre la condición humana.
Nota: 7/10