Mank (2020)

“Mank” es un ejercicio de elegancia cinematográfica, una oda al proceso creativo y un intrincado estudio sobre la ambición, el arte y la moralidad en Hollywood. Dirigida por David Fincher (sí, el mismo), la película se centra en la vida y el trabajo de Herman J. Mankiewicz, el guionista olvidado tras el éxito monumental de “Ciudadano Kane” de Orson Welles. La película no se limita a contar la historia de la creación de la película, sino que profundiza en la atmósfera de la época, la rivalidad entre Welles y Mankiewicz, y en las manipulaciones políticas y sociales que afectaron a la industria cinematográfica de la década de 1940. Fincher, con su habitual meticulosidad visual, recrea a la perfección los vestuarios, la arquitectura y las luces de la época, sumergiéndonos en un Hollywood en declive, donde la fama y la fortuna se basaban en las relaciones y en el poder de las grandes compañías.

La dirección de Fincher es, sencillamente, magistral. No se trata de una narrativa lineal; la película se construye a través de flashbacks, cartas y conversaciones, tejiendo una red de recuerdos que revelan gradualmente la verdad detrás del proceso de creación de “Ciudadano Kane”. Fincher controla la cámara con una sensibilidad exquisita, utilizando planos largos y detallados para capturar la intimidad de los personajes y la tensión de las situaciones. La película no busca ser grandilocuente, sino que se centra en los pequeños detalles, en las miradas, en los gestos que revelan la complejidad de las relaciones humanas. La banda sonora, minimalista pero evocadora, complementa a la perfección la estética de la película, creando una atmósfera de melancolía y nostalgia.

La interpretación de Gary Oldman como Herman Mankiewicz es, sin duda, la joya de la película. Oldman ofrece una actuación absolutamente transformadora, dando vida a un hombre inteligente, ambicioso y profundamente atormentado por sus secretos. Su Mankiewicz es un personaje contradictorio, capaz de la gran generosidad creativa y de la implacable astucia. La química entre Oldman y Tom Hollander, quien interpreta a la figura clave de William Goetz, un abogado que intenta ocultar la verdad, es palpable. Asimismo, la actuación de Charles Dance como el poderoso productor Marion Davies es sutil y convincente, transmitiendo la frialdad y el poder de una mujer que se beneficia del talento de Mankiewicz.

El guion, adaptado de un guión escrito por Jack Fincher antes de su fallecimiento, es un documento fascinante sobre el funcionamiento de Hollywood. A pesar de su enfoque en el proceso de escritura y rodaje de "Ciudadano Kane", la película explora temas universales como la ambición, la creatividad, el honor y la ética profesional. La película no glorifica el pasado, sino que lo presenta como un lugar de contradicciones y de ambigüedades morales. Fincher se ha permitido ser no solo un narrador, sino también un inquisidor, cuestionando las justificaciones y las racionalizaciones que se utilizan para ocultar la verdad.

En definitiva, “Mank” es una película que requiere de una atención plena del espectador. No es un espectáculo fácil, pero es una experiencia cinematográfica verdaderamente enriquecedora, una reflexión sobre el arte, la memoria y el legado. Es una película que permanece en la mente mucho después de que los créditos finales han terminado de rodar.

Nota: 8.5/10