Marley (2012)

“Marley” no es solo un documental sobre Bob Marley, es una inmersión profunda y conmovedora en el universo de un hombre que trascendió la música para convertirse en un símbolo de resistencia, esperanza y, en definitiva, de espíritu jamaicano. Dirigida por Nigel Garrat, la película aprovecha la única y crucial ventaja que tiene: el permiso de la familia Marley para acceder a material íntimo que ofrece una ventana sin precedentes a la vida de este legendario músico.

La película se centra en los años 60 y 70, en el Londres marbellizado y la Jamaica convulsiva por la lucha contra el colonialismo. El director Garrat no se limita a presentar una cronología de sus canciones y conciertos, aunque estos son elementos centrales y visualmente impactantes. En cambio, construye un retrato psicológico de Marley, explorando sus luchas internas, sus demonios personales, su fe y su compromiso con la liberación de su pueblo. Vemos su relación con Rita, su padre, su hermano Michael, y las complejidades de su vida familiar. Estas relaciones, lejos de ser meras secundarias, son el pilar sobre el que se sustenta la narrativa.

Las actuaciones son sorprendentemente fuertes, considerando que gran parte del documental se compone de entrevistas con la familia, amigos y colaboradores de Marley. La emotividad es palpable, y los testimonios son honestos y reveladores. Sin embargo, lo que realmente destaca es la forma en que Garrat maneja el material privado: fotos, vídeos caseros y cartas. Estos elementos no solo enriquecen la historia, sino que también humanizan a Marley, desmitificando la figura del icono y mostrando al hombre detrás de la leyenda. La inclusión de imágenes de su infancia, por ejemplo, nos permite comprender las raíces de su música y su profundo arraigo en la cultura jamaicana.

El guion, escrito por Garrat y Liam Keelan, se aleja de las narraciones épicas y grandilocuentes que a menudo acompañan a este tipo de documentales. Prefiere un tono íntimo y reflexivo, permitiendo que la música de Marley – su reggae inconfundible – dialogue con la historia y los testimonios. La banda sonora es omnipresente, pero nunca invasiva, integrándose perfectamente en la narrativa y elevando el impacto emocional de cada escena. "Marley" logra un equilibrio entre rigor histórico y sensibilidad personal, convirtiéndose en un documento indispensable para entender el legado de este artista y su profundo impacto en el mundo.

Nota: 8.5/10