“Mars Express” es una propuesta de ciencia ficción con un núcleo intrigante, pero que, lamentablemente, se queda en el terreno de lo interesante sin alcanzar la excelencia. La película, dirigida por Dan Trachtenberg (conocido por ‘Artemis’), apuesta por un concepto original: la vuelta a la vida de un detective privado, Aline Ruby, como un robot, en una persecución desesperada a través del espacio para localizar a una estudiante de cibernética. Esta premisa, un tanto peculiar, genera un buen nivel de curiosidad inicial y, en algunos momentos, consigue mantener al espectador enganchado.
El guion, aunque visualmente impactante en su diseño de producción, se revela poroso en algunos aspectos. La trama, construida alrededor de la fuga de Jun Chow, se complica considerablemente a medida que avanza. Se introducen elementos de thriller político, conspiraciones gubernamentales y una amenaza que se extiende más allá de la simple persecución de una estudiante. Si bien estas adiciones potencian el misterio, también desdibujan la fuerza inicial del conflicto y resultan algo forzadas. La escritura no siempre es concisa y, a veces, los diálogos se sienten demasiado expositivos, priorizando la información al lector sobre la emoción.
La dirección de Trachtenberg es sólida, particularmente en las secuencias de acción, que son frenéticas y bien coreografiadas, aprovechando al máximo el entorno espacial. Sin embargo, el ritmo de la película es irregular. Alterna momentos de tensión intensa con secciones más lentas, dedicadas a la exposición de la historia. El manejo del CGI es generalmente bueno, aunque en algunos momentos la calidad visual es ligeramente inferior a lo esperado, afectando la inmersión. La película se beneficia de la particularidad del personaje de Aline Ruby, interpretada magistralmente por Saoirse Ronan. Ronan aporta una franqueza y una resistencia innegables al robot, y lograblemente transmite tanto el dolor de la pérdida como la determinación de su misión. La química entre Ronan y Adelabu, quien interpreta al robot con una mezcla de torpeza y eficiencia, es uno de los puntos fuertes de la película. El resto del reparto, aunque competente, no alcanza el mismo nivel de impacto.
En definitiva, “Mars Express” es un experimento interesante que ofrece un comienzo prometedor. La premisa es original, las secuencias de acción son emocionantes y la actuación de Saoirse Ronan es destacable. Sin embargo, el guion no está exento de fallos y la sobrecarga de elementos la convierten en una película que, aunque entretenida, no deja una huella duradera. Es un film que se disfruta más por su singularidad que por su impacto narrativo.
Nota: 6/10