Más allá de la onda expansiva (2020)

“Más allá de la onda expansiva” es una película que, en el fondo, se presenta como un thriller de acción con elementos de suspense psicológico, pero que, para mí, trasciende la mera entrega de explosiones y persecuciones frenéticas. Dirigida con una maestría sorprendente por parte de Poon Hong-Fan, la película se construye sobre una base de intriga y una atmósfera opresiva, que, aunque no siempre lo demuestran las imágenes, se siente palpable desde los primeros minutos. La película no busca ofrecer respuestas fáciles ni un final glorificado; en su lugar, se centra en la incertidumbre, la paranoia y el impacto devastador del trauma.

Andy Lau, como Poon Shing-Fung, ofrece una interpretación excepcional. Su personaje es un hombre roto, atormentado por un pasado que no puede recordar, y su actuación transmite con una conmovedora honestidad la desesperación y la frustración de un hombre que se siente inútil y culpable, incluso sin saber qué ha hecho. Su mirada, su lenguaje corporal, todo contribuye a que el espectador empatice con su lucha interna y a cuestionarse si realmente es culpable o víctima de circunstancias más amplias. Lau no se limita a interpretar a un héroe; entrega a un hombre vulnerable, vulnerable y profundamente humano.

El guion, a menudo sutil y reservado, se beneficia enormemente de la dirección precisa. Las secuencias de acción, aunque contundentes, no son gratuitas. Cada explosión, cada persecución, se siente como una consecuencia lógica del pasado de Poon y del presente de peligro en el que se encuentra. La película evita los clichés del género y se centra en la construcción gradual de la tensión, utilizando silencios, miradas y la música para crear una sensación de inminencia. Sin embargo, debo señalar que el ritmo puede ser un poco irregular en algunos momentos, con pasajes que se sienten un tanto alargados. Esto no arruina la experiencia, pero sí podría beneficiarse de un pulido mayor en la distribución de la acción y la introspección.

La fotografía de Man Cheong, con sus tonos grises y apagados, refuerza la atmósfera de desolación y desesperación. El uso de la luz y la sombra contribuye a la sensación de claustrofobia y al ocultamiento constante que experimenta el protagonista. La banda sonora, igualmente eficaz, no recurre a melodías heroicas; en cambio, emplea piezas instrumentales melancólicas que acompañan a la angustia del personaje y subrayan la pérdida, el dolor y la incertidumbre. "Más allá de la onda expansiva" no es una película para quienes buscan entretenimiento superficial; es una experiencia cinematográfica que invita a la reflexión sobre la memoria, la culpa y el impacto del trauma en la vida de una persona. Es una obra maestra del thriller psicológico y una joya oculta para los amantes del cine de calidad.

Nota:** 8/10