Más que amigos (2000)

“Más que amigos” es una comedia romántica que se presenta como una sencilla historia de amor entre viejos amigos, pero que en realidad ofrece un retrato interesante y a veces desconcertante de la masculinidad, la amistad y las expectativas sociales en el contexto de Nueva York. Dirigida con un estilo visual cuidado por Todd Phillips, la película se distingue por su atmósfera nostálgica y sus momentos genuinamente divertidos, aunque no alcanza la brillantez de algunas obras similares.

La dirección de Phillips se centra en crear una sensación de familiaridad y confort, casi como si estuviéramos presenciando un slice of life en la ciudad. El uso de colores cálidos y la banda sonora cuidadosamente seleccionada contribuyen a ese efecto. Sin embargo, la película podría haber buscado un equilibrio más fino entre la comedia y la exploración emocional. En ocasiones, el humor se siente forzado o incluso un poco torpe.

Las actuaciones son, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Matt Damon y Ben Stiller, interpretando a Jacob y Brian, respectivamente, ofrecen un gran trabajo. Ambos actores son capaces de transmitir la complejidad de sus personajes, mostrando no solo su ligereza y su sentido del humor, sino también sus inseguridades y sus deseos ocultos. La química entre Damon y Stiller es palpable, y su dinámica como amigos que se atreven a explorar una posible relación amorosa resulta convincente. Sacha Baron Cohen, en el papel de Leo, el interés amoroso de Anna, aporta un toque extravagante y a veces incómodo que, aunque llamativo, no siempre se integra perfectamente en el tono general de la película. La presencia de Julianne Moore como Anna Reilly es efectiva, transmitiendo la madurez y la seguridad que posee su personaje, pero su arco narrativo, para algunos, podría considerarse algo simplificado.

El guion, escrito por Todd Phillips y Steve Faris, se basa en una premisa intrigante: un triángulo amoroso entre tres hombres que han sido amigos durante décadas. La película explora con cierto matiz las dinámicas de poder dentro de la amistad masculina, cuestionando las normas sociales y las expectativas sobre la masculinidad. No obstante, el guion a veces se pierde en situaciones cómicas poco inspiradas y en diálogos que, aunque divertidos, no profundizan lo suficiente en las emociones de los personajes. Se siente la falta de una mayor ambigüedad, una invitación a considerar la complejidad de las relaciones humanas más allá de la mera búsqueda del amor romántico. Se plantea la idea de la amistad como un vínculo incondicional, pero también como una posible barrera ante nuevas posibilidades.

En definitiva, "Más que amigos" es una comedia romántica agradable que ofrece un buen entretenimiento y algunas reflexiones sobre la amistad y la masculinidad. Si bien no es una obra maestra cinematográfica, sí que merece la pena ver por sus actuaciones convincentes y por su ambientación nostálgica en la vibrante Nueva York. Es una comedia que, a pesar de sus fallos, genera conversaciones sobre las complejidades de la vida y las relaciones humanas.

Nota: 6.5/10