Mas Que Un Juego (2008)

“Más Que Un Juego” (More Than a Game) no es simplemente un documental deportivo; es un retrato conmovedor y a menudo incómodo de la vida, las aspiraciones y las presiones que rodean a la figura de LeBron James en sus años formativos. La película, estrenada en 2009, trasciende el típico documental sobre la NBA para convertirse en una reflexión sobre la responsabilidad, la comunidad y el impacto de la fama. La dirección de Greg Garrabrant Jr. es, en general, sólida, logrando mantener un equilibrio entre la intensidad del baloncesto y la humanidad de los personajes. Se observa una cierta sutileza en la forma en que se capturan los momentos clave del juego, sin caer en la glorificación excesiva de las habilidades atléticas, aunque no se evita por completo la exhibición de talento excepcional.

La película se centra en el equipo de la Academia de baloncesto de St. Vincent-St. Mary en Akron, Ohio, donde LeBron dominaba la cancha y también en la vida personal de su familia. La presencia de sus padres, Gloria y Deloris, es fundamental para entender la motivación que impulsa al joven LeBron. Sus conversaciones, a menudo francas y emocionales, sirven como un contrapunto al ambiente competitivo y a veces superficial del baloncesto de élite. Sin embargo, es en estas interacciones familiares donde la película realmente brilla, mostrando la importancia del apoyo y la honestidad en la construcción del carácter. Las actuaciones son, en su mayoría, convincentes. LeBron James, obviamente, es el centro de atención, pero la película se toma el tiempo para explorar las perspectivas de sus compañeros de equipo, su entrenador y, lo más importante, de sus padres. Cada uno aporta una capa diferente a la narrativa.

El guion, aunque no es particularmente innovador en términos de estructura narrativa, sí logra transmitir de forma efectiva la sensación de urgencia y las expectativas que pesan sobre LeBron. No se trata de dramatizar su vida, sino de mostrarlo como un adolescente que, a pesar de su talento innegable, lucha con la responsabilidad de ser un modelo a seguir, con la presión de la fama y con la necesidad de mantener un equilibrio entre sus aspiraciones personales y las demandas de su entorno. La inclusión de la banda sonora "Stronger" de Mary J. Blige, junto con la música instrumental inspirada por la película, complementa a la perfección las emociones plasmadas en la pantalla. La elección musical no es simplemente un adorno, sino que sirve para intensificar la atmósfera y conectar con el espectador a un nivel emocional. Una pequeña crítica se podría dirigir a algunas escenas que, quizás, se alargan un poco más de lo necesario, perdiendo un tanto el ritmo general. Sin embargo, estas son solo pequeñas imperfecciones en una película que, en su conjunto, ofrece una visión valiosa de la vida de un joven atleta y de la importancia de las raíces.

Nota: 7/10