Maten a Salazar (2017)

“Maten a Salazar” se presenta como una propuesta de acción y thriller con ambición, pero, en última instancia, resulta una experiencia cinematográfica ligeramente decepcionante. La película se basa en una premisa intrigante: un grupo de agentes de la DEA se ve obligado a custodiar a un criminal de alto perfil en un hotel aislado, convirtiéndose rápidamente en el objetivo de un ataque implacable. Aunque el concepto posee potencial para un desarrollo tenso y estratégico, la ejecución no siempre coincide con las expectativas. La película intenta equilibrar el suspense con secuencias de acción espectaculares, y aunque estas últimas son efectivamente impresionantes, a menudo se sienten un tanto desprovistas de una mayor profundidad dramática.

La dirección de Rodrigo Solana es competente, dotando a la película de un ritmo frenético que, en principio, debería mantener al espectador en vilo. Sin embargo, Solana no siempre logra crear una atmósfera realmente claustrofóbica. El hotel, el escenario principal, se siente ocasionalmente demasiado artificial y carente de los pequeños detalles que harían que el espacio se sienta plenamente vivo. Observamos que el uso de la cámara es generalmente dinámico y efectivo, especialmente durante las escenas de combate, pero a veces se ve afectado por un uso excesivo de planos rápidos y movimientos de cámara que pueden ser distractivos en lugar de intensificar la tensión.

El elenco ofrece interpretaciones sólidas, con destaque para el actor que interpreta a Salazar, un personaje cuya ambigüedad moral es uno de los puntos fuertes de la narrativa. No se le trata como un simple villano, sino como un individuo complejo con sus propios motivaciones y un pasado turbio. Las actuaciones de los agentes de la DEA, en general, son decentes, aunque algunos de los personajes secundarios carecen de desarrollo y se sienten más como esbozos que como figuras completas. La química entre los miembros del equipo es visible, lo cual es fundamental para el funcionamiento de la dinámica del grupo y su lucha por sobrevivir.

En cuanto al guion, la película presenta algunas fallas notables. Si bien la trama principal es sólida, la construcción de los personajes y las motivaciones de algunos de los antagonistas son algo superficiales. Los diálogos, en ocasiones, se sienten forzados e innecesariamente dramáticos. Además, la película se apoya demasiado en la violencia gráfica para compensar las debilidades en la profundidad de la trama. Un mayor enfoque en la exploración de las implicaciones morales del trabajo de la DEA, y un desarrollo más completo de los personajes en conflicto, podrían haber elevado considerablemente la película. La resolución final, aunque satisfactoria en términos de acción, resulta algo abrupta y carente de una reflexión más profunda sobre las consecuencias de la violencia.

En definitiva, “Maten a Salazar” es un thriller de acción que ofrece entretenimiento de ritmo rápido, pero que no logra alcanzar su máximo potencial. La película demuestra valentía en su apuesta por secuencias de acción intensas, pero necesita un mayor pulido en el guion y un mayor cuidado en la construcción de los personajes para consolidarse como una obra más memorable.

Nota: 6/10