“Max Steel” no es precisamente un hito cinematográfico, ni mucho menos una película que dejará una huella imborrable en la historia del cine de superhéroes. Sin embargo, la adaptación de la popular serie animada de Mattel ofrece una experiencia entretenida, aunque algo frustrante, para aquellos familiarizados con la franquicia y un intento digno de acercarse al público general. El director, Wilfredo Saez, se centra en crear una aventura de acción sólida, pero le falta el pulido y la audacia para elevarla por encima de lo ordinario.
La película se apoya, inevitablemente, en el encanto de su protagonista, Maxwell “Max” McGrath (interpretado por Ben Winchell). Winchell logra transmitir la confusión y la incredulidad de un adolescente que de repente se ve inmerso en un mundo de poderes y peligros. El guion, aunque intenta expandir la historia original, se siente un tanto apresurado y predecible. Las situaciones de acción, coreografías de batallas y efectos especiales son competentes, pero carecen de la innovación y el impacto visual que se esperaría de una película con un presupuesto considerable. La trama, centrada en la amenaza de un villano despiadado y la necesidad de controlar la energía T.U.R.B.O., se siente demasiado simplificada y carece de profundidad emocional.
La relación entre Max y Steel (Adam Demos) es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. La química entre los dos actores es evidente y su amistad se desarrolla de forma natural, lo que añade una capa de interés a la historia. Sin embargo, el desarrollo de sus personajes individuales queda relegado a un segundo plano, lo que limita su impacto emocional en la narrativa. La película también introduce a un elenco de secundarios que, en su mayoría, son meros adornos para la trama, con diálogos a menudo poco inspirados.
Visualmente, “Max Steel” es decente, pero no particularmente memorable. La dirección de fotografía es funcional, aunque carece de inventiva, y los efectos especiales, aunque cumplen su función, son bastante genéricos. El diseño de producción es sencillo y carece de elementos distintivos que le permitan al público identificar fácilmente el universo de Max Steel. En definitiva, la película ofrece una experiencia visualmente agradable, pero sin un elemento que la haga destacar entre la multitud de películas de superhéroes.
En resumen, "Max Steel" es una película de acción adolescente que puede ser entretenida para niños pequeños o para aquellos que recuerden la serie animada. Sin embargo, para el espectador adulto, la historia es plana y los personajes carecen de profundidad. Podría haber sido mucho más si hubiera apostado por un guion más original y personajes más complejos. Es un esfuerzo decente, pero no trascendente.
Nota: 6/10