Medieval (2022)

“Medieval”, la reciente película de Edward Berger, se presenta como un épico relato de un periodo histórico crucial: la resistencia checa contra la Orden Teutónica en el siglo XIV. Y, en su mérito, la película logra ser una experiencia visualmente impresionante y un relato de batalla bien coreografiado, aunque no logra alcanzar el impacto narrativo que su ambición visual sugiere. La película se centra en Jan Zizka, un general mercenario checo, que se convierte en el líder de la resistencia contra los invasores teutónicos, y su lucha por la supervivencia y la libertad de su tierra.

Visualmente, “Medieval” es un triunfo. La fotografía de Jonny Harborne es absolutamente soberbia, dominada por la paleta gótica y el uso magistral de la luz y la sombra. Los paisajes montañosos de Eslovaquia y Chequia se erigen como protagonistas, ofreciendo una atmósfera austera y cruda que se adapta perfectamente al tono del conflicto. Las escenas de batalla son especialmente impactantes, con un montaje frenético y una ejecución que realmente te sumerge en el caos y la brutalidad del combate. Berger logra recrear la sensación de estar presente en un asedio, un campo de batalla, con una intensidad palpable. El sonido también juega un papel fundamental, sumando capas de tensión y realismo a cada secuencia bélica. No obstante, esta opulencia visual, si bien admirable, a veces corre el riesgo de sobrecargar la narrativa, eclipsando, a veces, los elementos más humanos de la historia.

El guion, escrito por Edward Berger y Luke Scheffler, se centra principalmente en las estrategias militares de Zizka, aunque intenta explorar su complejidad personal. La película se adentra en el trasfondo del personaje, mostrándolo como un hombre pragmático, un líder que prioriza la supervivencia y la defensa de su pueblo. Sin embargo, la profundización psicológica de Zizka y de los otros personajes, especialmente los teutónicos, resulta superficial. Se nos presentan motivaciones, pero no se exploran a fondo. El desarrollo de la relación entre Zizka y su esposa, Libuše, es un punto débil importante: la química entre las dos actrices, Katerina Kvitova y Anna Ragusea, no logra transmitir la profundidad del vínculo que se intenta mostrar. La película, en general, se queda en la superficie, presentando el conflicto como un choque de imperios más que como una historia de individuos atrapados en un contexto histórico brutal. La trama está pulida y bien estructurada, pero le falta el peso emocional y la complejidad para convertirse en una obra verdaderamente memorable.

Las actuaciones son sólidas, con Herbert von Thurn destacando como el maestro de la guerra teutónico, Walther von Zwehl. Su interpretación es fría, calculada y despiadada, representando la implacable eficiencia de la Orden Teutónica. Sin embargo, el verdadero corazón de la película reside en el personaje de Jan Zizka, interpretado con aplomo por George MacKay. MacKay logra transmitir la determinación y el pragmatismo del personaje, aunque su actuación carece de la riqueza emocional necesaria para dotar al personaje de un realismo profundo. El resto del elenco cumple su cometido, pero ninguno logra destacar a la altura del material con el que se les ha dotado.

En definitiva, "Medieval" es un espectáculo visualmente impactante, pero un relato histórico que, a pesar de su ambición, se queda corto en cuanto a profundidad narrativa y desarrollo emocional. La película ofrece un vistazo a un periodo fascinante de la historia europea, pero no logra transformarse en una experiencia cinematográfica verdaderamente trascendental.

Nota: 7/10