Un loco anda suelto (1997)

“Un loco anda suelto” (Running Scared), la comedia de acción de Peter‌وDavid Riviere, es un ejercicio de pura desesperación creativa, una película que te obliga a suspirar profundamente y, al mismo tiempo, te produce una carcajada nerviosa. No es, por supuesto, una obra maestra del cine, pero es una experiencia cinematográfica que se queda grabada por su audacia y su atrevimiento en subvertir las expectativas del espectador.

La trama, aparentemente sencilla, es la base para un caos glorioso. Wally Sparks, interpretado con una torpeza admirable por Bill Hader, es un personaje que parece construido a partir de una mezcla de arrogancia, inseguridad y un deseo innegable de ser querido. Hader lleva el papel con una naturalidad que contrasta fuertemente con la excentricidad del personaje. La película se burla, a menudo con éxito, de la obsesión mediática, de la política moralista y de la búsqueda de una identidad en un mundo donde la autenticidad es una de las primeras cosas que se abandona. El conflicto central, la amenaza del gobernador de Georgia y la necesidad de Wally de “redimirse” ante el hijo del político, sirve como catalizador para una cascada de situaciones absurdas y violentas.

Peter‌وDavid Riviere, director y guionista, demuestra una clara influencia de la comedia negra de los 70, especialmente de las películas de Sam Peckinpah. La violencia, que es omnipresente y a menudo surrealista, no es gratuita; se utiliza como una herramienta para expresar la desesperación y la locura que impregan la película. El guion, aunque a veces se vuelve excesivo, está lleno de diálogos ingeniosos y momentos de brillante humor negro. La película explora la relación entre Wally y el hijo del gobernador, David (Aaron Paul), con una dinámica que va desde la hostilidad inicial hasta una complicidad inesperada. La química entre los dos actores es uno de los puntos fuertes de la película, y su interpretación de un joven que está huyendo de su familia y buscando una identidad, es particularmente conmovedora.

Visualmente, “Un loco anda suelto” es un festín para los ojos. La película está repleta de secuencias de acción elaboradas y creativas, que contrastan con la atmósfera oscura y opresiva que se establece en las escenas de diálogo. La banda sonora, combinando música de rock y electrónica, contribuye a crear una atmósfera única y memorable. Sin embargo, la película no está exenta de defectos. A veces, la trama se vuelve confusa y el ritmo se ralentiza considerablemente. Algunas de las escenas de acción son demasiado largas y repetitivas, y el final es algo abrupto. A pesar de estas deficiencias, "Un loco anda suelto" es una experiencia cinematográfica provocadora y entretenida, que te dejará pensando en ella mucho después de que los créditos finales hayan terminado de rodar. Es una película que requiere paciencia, pero que recompensa al espectador con una dosis masiva de humor negro y violencia estilizada.

Nota: 7/10