Megalodón 2: La fosa (2023)

“Megalodón 2: La Fosa” se presenta como una apuesta valiente por la ciencia ficción de acción en las profundidades, y aunque el resultado final es desigual, posee momentos genuinamente emocionantes que justifican su existencia. La película, sucesora directa de la exitosa ‘The Meg’ (2018), no se limita a repetir la fórmula del tiburón gigante, sino que introduce un elemento nuevo y, potencialmente, más sustancioso: la exploración de la Fosa de Marianas y las consecuencias de una explotación minera descontrolada. La dirección de Dean Hargrave se siente, en general, competente, logrando mantener un ritmo vertiginoso y crear tensión en las escenas de acción submarina. Sin embargo, a veces se deja llevar por la estética de blockbuster puro, priorizando el espectáculo visual sobre la construcción de una narrativa sólida.

La película se beneficia de un elenco con actores acostumbrados al género, y las actuaciones, en su conjunto, cumplen su cometido. Jason Statham, como siempre, es un espectador implacable, su personaje, Jonas Taylor, recurriendo a la acción y al heroísmo sin demasiada reflexión. Li Bingbing, como Suyini, aporta una presencia imponente y una determinación admirable, aunque el desarrollo de su personaje podría haberse profundizado. La química entre Statham y Bingbing es un pilar fundamental de la película, ofreciendo momentos de humor y tensión a partes iguales. Sin embargo, algunos de los personajes secundarios se sienten algo planos y unidimensionales, relegados a desempeñar un papel de mero apoyo en la trama.

El guion es, sin duda, el punto débil de la película. A pesar de la premisa intrigante de la exploración de la Fosa y las consecuencias de la minería, la historia se siente a veces forzada y predecible. Los diálogos, en su mayoría, son funcionales, careciendo de ingenio o profundidad. La introducción del nuevo villano, un magnate sin más personalidad que la avaricia, se siente como un cliché. La película recurre a clichés del género, como las escapes desesperados y las explosiones masivas, pero la falta de originalidad y la trama poco elaborada resultan en un guion que, en general, resta interés a la experiencia. Afortunadamente, los efectos especiales, particularmente los utilizados en las escenas submarinas, son impecables y logran crear imágenes impactantes. La representación del Megalodón, incluso más grande y amenazante que en la primera película, es visualmente asombrosa.

No obstante, "Megalodón 2: La Fosa" ofrece una experiencia cinematográfica entretenida, especialmente para los fans del género de monstruos y la acción. Si bien no alcanza la calidad de su predecesora, el espectáculo visual y las escenas de lucha en las profundidades merecen ser apreciados. La película sirve como un recordatorio de que, a veces, lo más importante en el cine de acción es el puro entretenimiento, y "Megalodón 2: La Fosa" cumple con ese objetivo, aunque con algunas resquicios.

Nota: 6/10