Mejor que nunca (2019)

“Mejor que nunca” es mucho más que una simple comedia sobre mujeres mayores que se embarcan en un proyecto poco convencional. Es un fresco y conmovedor retrato de la amistad, la autoestima y la búsqueda de significado en la etapa más madura de la vida. La película, dirigida por Chris Donnelly, ha sabido encontrar la fórmula perfecta para entretener y, al mismo tiempo, generar una profunda reflexión sobre la percepción de la edad y la vitalidad humana.

La dirección de Donnelly es notablemente sutil, creando un ambiente cálido y acogedor que envuelve a los personajes. No se apoya en chistes fáciles o situaciones exageradas, sino que permite que las emociones y las relaciones entre las mujeres sean lo que impulsa la trama. La película se centra en la dinámica del grupo, construida sobre la base de un cariño genuino y una necesidad mútua de apoyo. Observar cómo estas mujeres, cada una con sus propias historias y traumas, se unen para perseguir un sueño que creían imposible es un verdadero placer.

El reparto es, sencillamente, excepcional. Helen Slater como Agnes, la líder del grupo, ofrece una interpretación magistral. Su Agnes es una mujer fuerte, con un pasado complicado, pero también vulnerable y llena de esperanza. Las actuaciones de Margo Martindale (como Gertie), Dianne Wiest (como Dolores), y Blythe Danner (como Fran) son igualmente destacadas, aportando matices y profundidad a cada personaje. Se siente una química increíble entre las cuatro actrices, y sus interacciones son el corazón latente de la película. Cada una de ellas lucha con sus propios demonios internos, y su proyecto de cheerleaders les proporciona una forma de enfrentar esas dificultades y, sobre todo, de sanar viejas heridas.

El guion, adaptado de la obra teatral de Leslie Mann, es inteligente y evita caer en estereotipos sobre la vejez. La película aborda temas importantes como la soledad, el empoderamiento femenino y la importancia de la comunidad. Se explora la idea de que la edad no define a una persona y que nunca es tarde para perseguir tus sueños. La película no se limita a reír, sino que invita a la reflexión sobre el valor de la experiencia y la capacidad de adaptación. La historia de Agnes y su equipo es, en esencia, un alegato a favor de la alegría, la perseverancia y el poder de la amistad. La película subraya que la verdadera vitalidad reside en el espíritu y en la capacidad de conectar con los demás, independientemente de la edad.

En definitiva, “Mejor que nunca” es una película agradable y conmovedora que, más allá de su divertida premisa, ofrece un mensaje universal sobre la importancia de vivir cada día con pasión y propósito. Es una joya cinematográfica que merece ser vista y disfrutada.

Nota: 8/10